Javier Domínguez
19 de mayo de 2025 – Tuxtla Gutiérrez
Lo que comenzó como una visita médica por dolor abdominal terminó en una pesadilla para la familia de Jonhatan Santiago Cristiani Hernández, un niño de tres años que, tras una cirugía en el Hospital General “Dr. Belisario Domínguez” del ISSSTE, perdió movilidad en la mitad de su cuerpo.
Según denunciaron sus padres, el menor ingresó al hospital el pasado 10 de abril con molestias que, en principio, no representaban un riesgo mayor. Sin embargo, tras una serie de estudios —entre ellos análisis de sangre, radiografías y un ultrasonido— los médicos descartaron un cuadro de apendicitis y lo enviaron de vuelta a casa.
Fue hasta horas más tarde, ya en estado grave, que los médicos decidieron intervenir quirúrgicamente. La operación, que comenzó como una laparoscopía, derivó en una laparotomía de emergencia. De acuerdo con la denuncia, durante el procedimiento se lesionó un vaso sanguíneo en la pierna izquierda del menor, lo que provocó una hemorragia masiva y un paro cardiaco que duró 27 minutos.
“Mi hijo ingresó por un cuadro abdominal y terminó con graves daños neurológicos”, declaró su madre, Eribeth Hernández Hernández, quien acusa al hospital de negligencia médica.
Tras la cirugía, Jonhatan fue inmovilizado de ambas piernas por una posible trombosis. A partir de entonces, su salud se ha deteriorado notablemente: ahora enfrenta severos problemas neurológicos que afectan tanto su movilidad como su capacidad de hablar.
La madre también denunció que no se le ha permitido el acceso a una tomografía realizada antes de que su hijo fuera ingresado por segunda vez al quirófano, lo que considera un acto de opacidad institucional. Señala directamente al cirujano Mundo Alegría, a quien acusa de estar protegido por el ISSSTE.
La familia exige que se agilice el traslado del menor a un hospital de alta especialidad en la Ciudad de México y que se garantice acceso a servicios de rehabilitación. La cita médica de seguimiento fue programada hasta el 14 de julio, una espera que, aseguran, podría poner en riesgo mayor la salud del menor.
“Mi hijo no tenía problemas neurológicos. Era un niño sano, activo, y ahora lucha por hablar, por caminar. Esta situación nos ha devastado emocional, económica y familiarmente”, subrayó su madre.
Ante los hechos, la familia hizo un llamado urgente a las autoridades de salud y de justicia para que este caso no quede en la impunidad.