Fernando del Collado conversa con Paloma Sánchez, senadora del PRI, quien le reclama a la presidenta Claudia Sheinbaum su complicidad con Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, a quien no duda en señalar como “colaborador” del crimen organizado. “Sheinbaum y Rocha Moya son cómplices desde el momento en que no han hecho nada” por detener la violencia en la entidad.
Para la senadora por Sinaloa, el gobierno federal sabe con certeza en dónde están ubicados los capos del crimen, pero no hacen nada para capturarlos. “El gobierno todo lo sabe, si no quieren detener a los capos es porque no quieren”, apunta. Y es que para la priista, pareciera que la presidenta Sheinbaum busca que los sinaloenses normalicen la violencia y el terror desatado por las organizaciones criminales. “Sheinbaum ha de querer que en Sinaloa la violencia sea nuestra forma de ser y de vivir”, le reclama.
La complicidad con el crimen, añade Paloma Sánchez, se extiende al Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quien “no da resultados” y, además, “está cubriendo al gobernador que colabora con los criminales”, señala.
Sánchez reconoce que el crimen organizado ha “superado a las fuerzas del Estado mexicano”, coincide con permitir la “colaboración de Estados Unidos” para su combate, recuerda que los sinaloenses viven bajo una escalada de violencia sin precedentes y, por ello, le reclama a las autoridades federales que lejos de escuchar la exigencia de la ciudadanía para que el gobernador renuncie, lo apoyan y protegen. “La relación de Sheinbaum y Rocha Moya lleva la marca de Morena-narcos”, apostilla.
