Frontera Corozal, Chis., 29 ENE.-Los lacandones tienen miedo de hablar. Sólo algunos se han atrevido a denunciar, bajo condición del anonimato, las condiciones que viven a manos del crimen organizado en las comunidades Frontera Corozal, Lacanja Chansayab, Nueva Palestina y San Pedro, ubicadas en el corazón de la Selva Lacandona.
Habitantes han señalado que la selva está totalmente controlada por el Cártel de Sinaloa, que ha armado a personas para que se dediquen a la extorsión, secuestro y el control de las zonas arqueológicas inmersas en uno de los espacios naturales más grandes del mundo.
“El gobernador dice que todo está bien, el presidente Andrés Manuel (López Obrador) dice en sus ‘mañaneras’ que no nos vayamos de nuestras comunidades, que confiemos en sus soldados, pero cómo nos vamos a quedar acá, si no podemos ni asomarnos a la puerta de nuestras casas porque todo afuera está controlado por el narco”, relató a Latinus uno de los habitantes de estas comunidades.
Los lacandones califican como una farsa la postura del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sobre que las zonas arqueológicas de Chiapas se encuentran bajo su control. Señalan que, aunque Bonampak sigue abierto al público, los servicios de acceso y transporte son controlados por el Cártel de Sinaloa.
“Los que quieren visitar la zona arqueológica tienen que tener mucho valor y alinearse a los que ellos (los narcotraficantes) digan”, revelan.
La región es usada desde 2023 como punto de aterrizaje y despegue de avionetas cargadas con drogas y armas. En diciembre del año pasado, según la versión de los denunciantes, una aeronave que intentó aterrizar terminó por accidentarse, por lo que elementos de Ejército llegaron hasta la zona boscosa para incautar y resguardar la zona, sin que se reportaran detenciones.
“Tienen su pista de aterrizaje, allí bajan y suben los aviones, hacen todo tipo de operaciones en la selva sin que nadie los vea. A ellos no les importa tanto el control de las zonas arqueológicas, sino de la región donde se pueden esconder”, aseguran.
La selva, en palabras de los lacandones, es un centro de inteligencia que lidera un hombre identificado como “La Cabra”, un expolicía estatal y ahora el principal operador del Cártel de Sinaloa.
Suspendidos tours desde Europa
Lo que algún día fue un atractivo turístico de alcance mundial ha quedado reducido a un foco rojo de inseguridad controlado por el crimen organizado. Las agencias de viajes europeas han quitado de sus destinos a la Selva Lacandona.
Latinus intentó contactar con dos de las empresas que operaban viajes desde Europa hacia Chiapas, pero no hubo respuesta.
Terres de Adventure, ubicada en París, y Huwan Club Adventure, en Marsella, decidieron terminar de tajo su relación con los operadores de turismo en México que ayudaban al traslado de visitantes desde el viejo continente hasta la selva.
“Es falso, tendencioso e irresponsable afirmar que estas zonas arqueológicas estén en peligro por el narcotráfico; el INAH mantiene el control de los sitios y continúa atendiendo las responsabilidades que le otorga la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos (LFMZAAH) en torno al cuidado, custodia, investigación y difusión de estos sitios patrimoniales”, apuntó la dependencia en un comunicado.