Por Sineli Santos
Cd. de México (24 marzo 2023).-Jos Verstappenconstruyó el camino hacia el éxito de su hijo Max en la Fórmula Uno.
«Ser el mejor» es el lema que motiva a la familia Verstappen, aunque siempre es necesario probar las derrotas para sentir el dolor y evitarlas, tal y como le sucedió al bicampeón hace unos años.
El jefe de los Verstappen fue piloto de la Máxima Categoría, pero las victorias nunca llegaron, ya que su estilo agresivo muchas veces lo metió en problemas.
Como mánager de Max, Jos intentó darle el mejor auto a su pequeño y en el Mundial de Karting CIK-FIA de KZ2 en 2012 no fue la excepción, ya que estaban a punto de ganar la corona.
Sin embargo, la imprudencia del neerlandés lo llevó a chocar con su oponente en la segunda vuelta cuando intentaba rebasarlo, situación que no fue del agrado de Jos.
«Mi padre invirtió tanto tiempo en mí en los años anteriores, preparando los motores, asegurándose de que una vez que subiera a esa categoría, todo estuviera listo para que ganara. Así que, por supuesto, yo estaba molesto, pero mi padre estaba realmente enfadado y decepcionado conmigo.
«Rompió la carpa, todo, lo tiró en la furgoneta. Tuve que recoger el kart con un amigo mío en la pista después de la carrera porque mi padre me dijo que tenía que hacerlo yo mismo», comentó «Súper Max» en entrevista con Red Bull.
De regreso a casa, el joven piloto intentó disculparse con su papá, pero el daño ya estaba hecho así que lo que ocurrió después en una gasolinera lo marcó para siempre.
«Fuera, no quiero hablar más contigo. Conduje unos 1,800 kilómetros de regreso a casa. No le dije ni una palabra. Y durante toda la semana posterior no hablé con él. Y luego, sentados, le expliqué cómo me sentía», cuenta el padre Max.
A partir de ese episodio, el vigente campeón del Gran Circo se esforzó más que sus rivales.
Iba a la escuela por las mañanas, en las tardes entrenaba y por las noches estaba en el taller aprendiendo la anatomía de los bólidos.
En las competencias, Max pasaba más tiempo en el garaje que jugando, pues tenía que estar en sintonía con lo que decía su padre, el comportamiento del auto y sus aspiraciones.
Todos esos factores marcaron la diferencia.