DOS BOCAS: el elefante blanco que sigue tragando dinero

Ciudad de México, 05 MAY.-El costo de la refinería Olmeca en Dos Bocas ya se disparó a 20 mil 959 millones de dólares, de acuerdo con documentos oficiales enviados por Pemex a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), reporta hoy El Universal. Lejos de estar operando “al 100%” como presumió el gobierno anterior, las instalaciones siguen en etapa de pruebas y con reportes de múltiples fallas técnicas.

El gasto final supera en 162% la promesa original de Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que la obra costaría 8 mil millones de dólares. Hoy, analistas advierten que el proyecto podría no alcanzar su funcionamiento pleno sino hasta 2027, si es que lo logra.

Según los informes entregados por Pemex, ya se han transferido más de 16 mil millones de dólares a la subsidiaria PTI Infraestructura de Desarrollo para la construcción y puesta en marcha. Además, el Consejo de Administración autorizó otros mil 30 millones para gastos operativos, notariales y administrativos, y 3 mil 111 millones más para transporte, manejo y almacenamiento de materiales.

Mientras tanto, los tropiezos técnicos no cesan: Dos Bocas enfrentó paros en febrero y abril, y su operación sigue suspendida. Aún en fase de ensayos, la empresa reconoce que puede necesitar más recursos públicos para seguir adelante.

“El sobrecosto es producto de la improvisación y las promesas políticas. No se necesitaba una nueva refinería, se necesitaba un plan”, dijo Jesús Carrillo, analista en temas energéticos.

Las pérdidas se acumulan. Solo en el primer trimestre de 2025, Pemex reportó pérdidas por 43 mil millones de pesos. La promesa de soberanía energética terminó convertida en una carga financiera que asfixia a la empresa productiva del Estado.

Gonzalo Monroy, director de GMEC, asegura que nadie dentro de Pemex cree que Dos Bocas llegue a operar al 100%. En el mejor escenario, podría alcanzar el 90% hasta dentro de dos años, pero aún enfrenta carencias logísticas, problemas de diseño y deficiencias estructurales que comprometen su futuro.

“Dos Bocas es un lastre que absorberá más tiempo, más dinero y seguirá sin resultados. Las decisiones erráticas ya están pasando factura”, concluyó el especialista Luis Miguel Labardini.

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