Tuxtla Gutiérrez, 28 de marzo de 2025. – Las cinco principales presas de Chiapas registraron una reducción del 5.2% en su volumen de almacenamiento, en el contexto de la actual temporada de sequía, según datos del Sistema Nacional de Información del Agua de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Hasta el 26 de marzo, el almacenamiento conjunto de estas presas era de 12,318.027 hectómetros cúbicos (hm³), lo que representa el 53.6% de su capacidad total (NAMO). Esta cifra es inferior al 56.5% reportado en febrero, cuando el volumen alcanzaba los 12,990.696 hm³.
De acuerdo con el informe, la presa Manuel Moreno Torres (Chicoasén), ubicada en Osumacinta y considerada la más grande del continente, fue la única que presentó un incremento en su almacenamiento, al pasar del 87.8% en febrero al 91.7% en marzo, debido a un control estratégico para su uso hidroeléctrico.
En contraste, la presa Doctor Belisario Domínguez (La Angostura), infraestructura clave para la regulación del río Grijalva y ubicada en Acala, mostró una disminución significativa, al bajar de 58.5% en febrero a 53.6% en marzo, con un almacenamiento actual de 7,065.05 hm³.
Por su parte, la presa Nezahualcóyotl (Malpaso), en el municipio de Tecpatán, se mantiene estable con un 52.1% de su capacidad (4,858.65 hm³), apenas por debajo del 52.3% registrado en febrero. En tanto, la presa Ángel Albino Corzo (Peñitas), en Ostuacán, presentó un incremento en su nivel de almacenamiento, al pasar de 79.7% en febrero a 84.9% en marzo (182.65 hm³).
El mayor descenso se registró en la presa Juan Sabines (El Portillo II), en el municipio de La Concordia, donde el almacenamiento cayó drásticamente de 87.5% en febrero a 71.5% en marzo (48.756 hm³).
Ante este panorama, las autoridades federales han hecho un llamado a la población y a los sectores productivos a optimizar el uso del agua, ya que en los próximos meses se prevé un incremento en las temperaturas y una mayor reducción en los niveles de almacenamiento. Asimismo, destacaron la importancia de mantener un monitoreo constante de las presas con niveles más bajos, para prevenir afectaciones en el suministro de agua y en la generación de energía hidroeléctrica.