Javier Domínguez | El Sol de Chiapas
Tuxtla Gutiérrez, 23 de julio de 2025. — La doctora Juana Alicia Natarén López, con casi 28 años de servicio en el Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Chiapas (ISSTECH), denunció públicamente a la directora general María del Carmen Fernández Benavente por presuntas irregularidades administrativas que incluyen la retención ilegal de cuotas sindicales, tráfico de influencias y discriminación laboral.
De acuerdo con la denunciante, desde hace meses se retienen las aportaciones sindicales de al menos 163 trabajadores, sin que se respete su derecho a decidir a qué organización gremial dirigirlas. “Ahí están las pruebas, donde claramente dice ‘retención de cuotas’. Ese dinero no le pertenece a la administración”, subrayó.
Natarén López aseguró que, pese a presentar la documentación ante el área jurídica del ISSTECH —encabezada por el licenciado Gamborino—, no recibió respuestas claras. “Nos hicieron esperar horas, nos cansaron, y al final solo nos atendió un asesor. No la directora”, señaló.
Además, acusó a Fernández Benavente de desacatar un amparo ganado por los trabajadores y de retrasar autorizaciones laborales, afectando directamente a personal que regresa de licencias o permisos sin recibir validación formal.
La doctora también señaló presuntos actos de favoritismo hacia Óscar Mariano Cuesta Vázquez, a quien calificó como un “pseudolíder” sin representación legal vigente. “No ha demostrado tener registro legal desde hace más de 12 años. Es misógino, se siente dueño del hospital y condiciona apoyos a las trabajadoras”, denunció.
Como representante del sindicato registrado bajo el Apartado A, Natarén López afirmó que su gremio es sistemáticamente excluido de juntas clave, como las de Seguridad e Higiene, lo que considera una forma de discriminación institucional. “Es increíble que una mujer discrimine a otra mujer. El gobernador prometió cero impunidad, pero aquí seguimos”, expresó.
Finalmente, cuestionó el uso de recursos en eventos organizados por la dirección general, como una fiesta programada para el 1 de agosto, mientras —asegura— trabajadores y jubilados siguen sin recibir bonos ni prestaciones atrasadas.