Investigadores del INAH y de centros académicos como la UNAM, la UAM y El Colegio de Michoacán, entre otros, manifestaron su indignación por la censura que ha ejercido el Instituto contra el arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer, quien ha documentado y denunciado la destrucción que las obras del Tren Maya causan al patrimonio.
«Al ser autoridad en el tema», indican, «Cortes de Brasdefer ha difundido en primera instancia a la comunidad académica el estado de indefensión en que se encuentra la zona arqueológica que estudia (Chakanbakan) y en consecuencia toda el área que abarca la construcción del tren».
«Su denuncia, a partir de la publicación en WhatsApp del 30 de abril de 2023, ha sido objeto de censura por parte de la Dirección General del INAH, quien hace a un lado el derecho inviolable que tiene como especialista para expresar sus opiniones técnicas y académicas consagradas en el artículo séptimo constitucional.
«El hostigamiento hacia su persona ha sido llevado al extremo inaudito de intentar cesarlo permanentemente de sus funciones como investigador del Instituto», señala el pronunciamiento, suscrito por medio centenar de investigadores, entre ellos Antonio García de León, Jorge Ángulo, Martha Carmona, Noemi Castillo y Bolfy Cottom.
Cortés de Brasdefer, con 45 años de trabajo en el INAH, ha hecho notar «que hay riesgo de pérdida arqueológica durante los salvamentos, pero en el caso del Tren casi todo es pérdida, principalmente en la arquitectura monumental», exponen.
«Como pares en las ciencias antropológicas e históricas», prosigue el manifiesto, «nos indigna este trato que pretende silenciar una voz acreditada en tema tan sensible en la presente coyuntura. Dejar solo a Fernando Cortés de Brasdefer en esta embestida es equivalente a desistir en la defensa del patrimonio cultural de la nación por los mismos profesionales dedicados a su estudio».