Aldo Canedo
Ciudad de México.-La Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) intentó investigar a Andrés Manuel López Obrador debido a una presunta donación del Cártel de Sinaloa a su campaña de 2012, publicó ProPublica.
En el artículo titulado «La historia oculta de la arriesgada investigación estadounidense de las acusaciones de que narcotraficantes financiaron una campaña del presidente mexicano López Obrador», firmado por Tim Golden, dice que de acuerdo a documentos confidenciales de la DEA, la agencia estadounidense comenzó a investigar a López Obrador cuando era uno de los principales contendientes a la Presidencia de la República en 2010; sin embargo, cuando estaban a punto de infiltrar a un agente encubierto, la investigación fue cancelada por órdenes de altos mandos del Departamento de Justicia de Estados Unidos para evitar el posible escándalo mediático.
“En caso de que esta investigación obtenga las evidencias sugeridas por los múltiples testigos cooperantes, la DEA buscará levantar cargos contra AMLO y miembros de su equipo y partido político”, indica un documento del Departamento de Justicia obtenido por ProPublica.
No es la primera vez que el medio de comunicación publica sobre una investigación de autoridades estadounidenses contra López Obrador por sus presuntos nexos con el crimen organizado, ya que el 31 de enero de este año salió el reportaje «¿Entregaron los narcotraficantes millones de dólares a la primera campaña del Presidente Mexicano López Obrador?».
Una semana después, en el marco de la asesora de la Casa Blanca para Seguridad Nacional, Elizabeth Sherwood Randall, a Palacio Nacional, la canciller Alicia Bárcena afirmó que la funcionaria estadounidense dijo que la investigación estaba cerrada.
De acuerdo con la investigación publicada este viernes, las indagatorias llegaron a un punto clave en el cual la DEA consiguió que un operador de la campaña de López Obrador fungiera como agente encubierto; no obstante, el fracaso de otro operativo en México y el posible escándalo mediático que generaría fueron las razones por las que, de último momento, altos mandos del Departamento de Justicia cancelaron la investigación a finales de 2011.
En años posteriores, la extradición de múltiples narcotraficantes a Estados Unidos generaron nuevas pesquisas sobre la posible relación de López Obrador con el crimen organizado; sin embargo, la DEA y el mismo Presidente han referido que son investigaciones concluidas.
Según informó ProPublica, al momento de consultar a la DEA respecto a estos documentos y la publicación de la investigación, la agencia se limitó a decir que “el caso fue cerrado hace años y que el presidente mexicano ya no está bajo investigación”.
DEA tenía 5 fuentes, entre ellas el abogado de «La Barbie»
Los documentos confidenciales de la DEA apuntan que previamente, en la campaña de 2006, había acusaciones de alrededor de cinco fuentes distintas que aseguraban que AMLO recibió cerca de dos millones de dólares en su primera campaña presidencial.
El supuesto vínculo investigado por Estados Unidos habría sido entre la gente cercana a López Obrador y la facción de Beltrán Leyva en el Cártel de Sinaloa, específicamente con uno de sus principales operadores: Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”.
Roberto López Nájera, abogado de «La Barbie» durante varios años, habría sido el testigo informante para la DEA, con quienes, presuntamente, habría acudido por decisión propia tras romper con el cártel.
Custodiado por la DEA en Estados Unidos, se convirtió en un preciado informador, sentándose en interminables interrogatorios e incluso escribiendo sus propios recuerdos de los traficantes que había conocido y episodios que había presenciado, apunta el texto del periodista Tim Golden.
Entre las principales declaraciones de López Nájera a la DEA se encuentra una en la que relata sobre una supuesta reunión entre operadores de López Obrador y «La Barbie» en un hotel de la costa del Pacífico, en donde se acordó un pacto en el que, a cambio de los dos millones de dólares mencionados, el tabasqueño ofrecía protección y una posible injerencia en altos mandos de seguridad.
“Según la versión que López Nájera contó, dijeron funcionarios, la reunión en un hotel de Nuevo Vallarta, en la costa del Pacífico, terminó con un acuerdo de palabra: A cambio de unos $2 millones que el traficante donó a la campaña de López Obrador, se le prometió protección oficial si ganaba el candidato, incluida la posibilidad de intervenir en la selección de mandos policiales y el fiscal general”, expone el reportaje.
Posteriormente, para la campaña presidencial de 2012, la DEA consiguió la detención de uno de los operadores políticos de López Obrador en aquel entonces, Mauricio Soto Caballero, quien se declaró culpable de conspiración en tráfico de cocaína y aceptó ser testigo colaborador para evadir la cárcel.
“(Soto) estará en una posición directa para informar cuándo un cártel de drogas proporcione dinero a la campaña (…) El objetivo último de esta investigación es Andrés Manuel López Obrador”, apunta el documento obtenido por ProPublica de la DEA.
Entre otros personajes que estaban en la lista de objetivos de la DEA están dos exguardaespaldas de AMLO: Audomaro Martínez, ahora jefe de inteligencia del gobierno mexicano; y Nicolás Mollinedo Bastar, uno de los asesores de López Obrador. Con este último, la DEA consiguió más pruebas de donativos del Cártel de Sinaloa a la campaña presidencial, indica la investigación.
No obstante, en ningún momento consiguieron pruebas fuertes y tangibles, por lo que, indica Tim Golden, “nunca pudieron confirmar de primera mano si López Obrador aprobó o siquiera supo de las presuntas donaciones, dijeron los funcionarios”.
