Mesa de Redacción.- Desde la conferencia de prensa de cada mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la entrega de concesiones petroleras, que se entregaron al amparo del gobierno, a las que nunca le invirtieron y hasta las vendieron.
“Hagan la revisión de qué empresas fueron las que originalmente recibieron las concesiones y cuáles son las que las tienen ahora, y se van a dar cuenta que ya no son las que originalmente recibieron las concesiones, que nunca invirtieron nada, recibieron la concesión y luego la vendieron. Y aquí si no hay diferencias ideológicas, porque empresas estadunidenses le vendieron sus acciones a empresas rusas, y empresas inglesas vendieron sus concesiones a empresas chinas. Ahí no hay diferencia, bisnes son bisnes”.
López Obrador apuntó que este derroche de permisos para la explotación minera se dio sobre todo para la especulación financiera. “Obtenían la concesión y ni siquiera exploraban nada ni invertían nada, sino que con esa concesión iban a bolsas de valores y vendían acciones o esa conesión la comercializaban, un poco lo que sucedió con la reforma energética”.
Insistió que la reforma pretende sobre todo el cuidado del ambiente y una mejor operación de las empresas mineras, pues hasta hace seis años no pagaban impuestos por la explotación de minerales en el país.
Posteriormente, el ejecutivo Federal recordó que, en el caso de los permisos para la exploración y explotación de petróleo, estos 110 contratos corresponden a 20 por ciento del hidrocarburo del país, pero sólo están operando tres. “hablaron que iban a extraer hasta 3 millones de barriles diarios y están extrayendo como 40 mil o 50 mil, nada”.
En ese sentido, el mandatario se refirió a este caso a manera de ejemplo para argumentar los cambios propuestos en la iniciativa de reforma a la Ley Minera –que ha causado rechazo en algunos sectores de la industria—, ante lo que el presidente remarcó que si se hacen falta mayores explicaciones, exhortó a que el Congreso de la Unión invite a los empresarios mineros, la cámara del ramo y otros para “que se explique y que se escuchen todas las voces”, y remarcó que no se trata de una reforma expropiatoria.
Sobre la iniciativa de cambios a la Ley Minera, el jefe del Ejecutivo federal insistió que no se trata de una reforma expropiatoria.
“Qué es lo que hemos estado planteando, y han ido entendiendo poco a poco las mineras, pero hay quienes no, hay quienes quieren extraer más agua, hay quienes no quieren cuidar el que no haya derrames como el que sucedió en Cananea, que afectó el Río Sonora, porque antes los mineros, me refiero a los machuchones, eran los que nombraban al secretario o al subsecretario de la Secretaría del Trabajo, ellos eran los que mandaban. Esa industria de la minería, esa cámara (del sector), tenía mucho poder”, concluyó.