Ciudad de México, 21 OCT.-Para el organismo cúpula que representa al sector agropecuario del país, el campo no puede seguir bajo la amenaza del crimen organizado, de las extorsiones, amenazas y asesinatos como el del líder productor de limón, Bernardo Bravo Manríquez.
Tras lamentar y extender su solidaridad a la familia de la víctima, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) afirmó que “la violencia e inseguridad que aquejan al campo mexicano no sólo representan una amenaza directa para los productores y sus familias, sino también para la seguridad alimentaria del país”.
Añadió que “los altos niveles de extorsión y amenazas que enfrentan los agricultores ya tienen un impacto directo en el precio de los alimentos”.
Se calcula que entre 10% y 20% del costo de varios agroalimentos “responde a pagos exigidos por grupos criminales, lo que hace esta situación insostenible”.
Pide al gobierno estrategia para frenar la violencia e impunidad
El CNA exhortó a las autoridades de los tres órdenes de gobierno “implementar, con urgencia y de manera coordinada, una estrategia que permita frenar la violencia e impunidad que amenaza la estabilidad del campo mexicano”.
Pidió al gobierno proteger la vida de los productores del campo a fin de garantizar el derecho a la alimentación, el bienestar y la estabilidad de México.
Ofreció al gobierno mantener su compromiso de trabajar con ellos para fortalecer al sector agroalimentario, el cual es pilar de la economía nacional y sustento de millones de familias.
Cabe recordar que Bernardo Bravo Manríquez es el quinto productor de limón asesinado desde hace más de un año, desde que los productores de este cítrico protestaron contra las extorsiones.
Bravo Manríquez fue presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingan y de la Asociación Nacional de Citricultores en México, fue secuestrado desde el domingo 19 de octubre y se encontró su cuerpo, con signos de tortura, el pasado 20 de octubre.
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) lanzó “su más enérgica condena por el homicidio de Bernardo Bravo, líder limonero y representante de los productores del sector agrícola nacional”.
Dijo que este asesinato “enluta a la comunidad productiva y recuerda la urgencia de garantizar condiciones de seguridad para quienes contribuyen al desarrollo económico del país y dijo que la autoridad ya detuvo al presunto autor intelectual.
Hizo un “llamado a fortalecer los mecanismos de colaboración entre autoridades y sectores productivos, a fin de proteger la integridad de quienes trabajan por el progreso de México”.
Expuso que la seguridad es esencial para la productividad y el bienestar social. “Ninguna actividad económica puede desarrollarse plenamente en un entorno de violencia o amenazas”.