Ciudad de México, 05 MAY.-Niños, niñas y adolescentes migrantes que atraviesan por México se ven expuestos a peligros ante la presencia del crimen organizado en tres ciudades fronterizas, Tijuana, Reynosa y Ciudad Juárez, apunta la investigación ‘Niñez no acompañada: riesgos y violencias en la ruta migratoria por México’, realizada por Plan Internacional y Save The Children.
“En Ciudad Juárez, Tijuana y Reynosa la presencia de grupos criminales sí es fuerte y limita la movilidad segura. Particularmente vimos este caso en Reynosa y las adolescentes son especialmente vulnerables a la violencia sexual”, señaló Eugenia Morales, investigadora del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, en la presentación del estudio.
El 63.5% de las y los menores en tránsito por México sale de casa acompañado, pero solo el 32.4% llega a la frontera con alguien a su lado. De quienes viajan con alguien, 57% lo hace con familiares extendidos o hermanos.
Ser niño, niña o adolescente y estar en movilidad en un país como México es sinónimo de una vulnerabilidad total, en especial para aquellos que viajan solos, sostuvo Ángeles Camacho, coordinadora nacional de Respuesta Humanitaria en Save The Children.
“Es en estos últimos donde vemos una de las expresiones más graves de desprotección infantil: niñas, niños y adolescentes expuestos al reclutamiento forzado, a redes de trata, a explotación sexual o laboral, a detenciones prolongadas y a institucionalización”, afirmó.
El endurecimiento del trato a las y los migrantes junto a la militarización de la frontera en México para contener el paso hacia Estados Unidos, en especial de personas de Centroamérica y El Caribe, no ha frenado la migración pero sí ha provocado que las personas en tránsito deban exponerse a mayores riesgos.
“El aumento de retenes y reforzamiento de agentes del Instituto Nacional de Migración así como la militarización de la frontera y el endurecimiento de los controles migratorios mexicanos más que detener la migración solo la precariza.
“Para evitar estos retenes y ser repatriados al sur del país como Tabasco y Chiapas, recurren a rutas irregulares por zonas inseguras, contratación de guías, polleros, coyotes. Esto aumenta todavía más el riesgo de secuestro, de extorsión, de trata”, explicó la investigadora Eugenia Morales.
La investigación apunta a las principales causas de migración de menores que atraviesan por México rumbo a la frontera norte, con la intención de cruzar hacia Estados Unidos:
34.8% Reunificación familiar
21.3% Huir de la violencia criminal
12.3% Alejarse de otros tipo de violencia, como la intrafamiliar
11.6% Escapar de amenazas directas o conflictos comunitarios
El acceso a la educación es uno de los principales derechos que se ven afectados, pues mientras 70.3% de menores migrantes asistían a la escuela antes de dejar sus hogares, al migrar se reduce a solo el 41.9%.
Una de cada cuatro personas migrantes que pasan por México es un niño, niña o adolescente, de acuerdo con UNICEF. En el país el tránsito de menores migrantes aumentó un 514% en los últimos 10 años, según la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM).
Violencia, pobreza, desigualdad, cambio climático y falta de oportunidades son algunos de los principales problemas por los que menores migrantes deciden salir de sus hogares, indicó Carmen Elena Alemán, directora regional para América Latina y El Caribe en Plan Internacional.
“Miles de niñas, niños y adolescentes emprenden cada año un trayecto a través de México, solos o acompañados. Durante su tránsito enfrentan múltiples formas de violencia: violencia estructural, violencia institucional y como consecuencia impactos físicos, emocionales y sociales profundos”, sostuvo.
A partir de la investigación las organizaciones dieron diez recomendaciones para México ante la migración de niños, niñas y adolescentes no acompañados:
1. Garantizar su acceso a la educación de niños, niñas y adolescentes en movilidad.
2. Fortalecer los servicios de salud mental y apoyo psicosocial.
3. Reforzar el sistema de protección institucional.
4. Asegurar espacios de acogida dignos y seguros, contar con protocolos en albergues ante el no regreso de una persona, de cara al riesgo de que sea víctima de reclutamiento forzado, desaparición, trata u otros delitos.
5 Atender las causas estructurales de desplazamiento forzado como la falta de acceso a la educación, oportunidades laborales y la violencia.
6. Promover la inclusión comunitaria, para reducir la discriminación y la xenofobia en México.
7. Crear vías seguras y legales de migración para niños, niñas y adolescentes.
8. Fortalecer los sistemas de protección en la frontera para niños, niñas y adolescentes.
9. Diversificar las fuentes de financiamiento.
El estudio fue realizado a partir de 155 encuestas, 19 entrevistas y ocho grupos focales con menores migrantes en las ciudades fronterizas de Tijuana en Baja California, Reynosa en Tamaulipas y Ciudad Juárez en Chihuahua.