Tubo de Ensayo, por René Delios ·
Hay cosas que brincan, como la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en eliminar la detención a los falsificadores de facturas que, están inevitablemente ligados a la evasión fiscal o al lavado de dinero.
Sí, es solo de dos.
Es por ello que tanto el presidente del Senado, Alejandro Armenta, como el dirigente de Morena, Mario Delgado, lamentaron el fallo de la Suprema Corte federal, pues anula la aplicación de prisión preventiva oficiosa en delitos fiscales, que también era como una norma encaminada a impedir el saqueo de las finanzas públicas.
Hay que recordar que empresarios y políticos se volvieron delincuentes pues lograron desviar en gobiernos anteriores, más de 4.5 billones de pesos, a través de empresas fantasmas y facturas apócrifas.
¿Qué no se acuerdan?
Hubo hasta prórrogas fiscales a empresas multimillonarias; prórrogas blandas, desde luego, pues debieron pagar intereses tal cual lo cobra un banco, pero se les disculpó.
Fue cuando se dio a conocer que al menos 240 empresas de cobertura nacional e incluso internacional, tenían deudas millonarias con México, las que para 2020 eran solo 30 consorcios, con adeudos de unos cien mil millones de pesos, de acuerdo a las declaraciones del propio presidente, cuya administración, si bien exigió el pago a -y exhibió cuales eran- las empresas, fue también blando: no cobró intereses por demora, pero de todos modos los empresarios lo consideraron un atraco, en especial Electra, si, parte del consorcio del magnate Salinas Pliego.
Desde luego que el presidente cuestionó el cómo y el porqué de la resolución de la Suprema Corte con estos antecedentes, en una nación de narcos, y aunque se espera una nueva intentona que sustituya la eliminada por el tribunal federal -brinca solita la resolución-, que huele mucho a encubrimiento.
Apesta.
Desde luego que los morenistas en las cámaras reaccionaron, por lo que sus senadores y diputados negaron que se hubieran equivocado al aprobar las reformas para ampliar la PPO en materia fiscal, para detener lo que consideraron una “puerta giratoria de la corrupción”.
Y sí, coincido con analistas aparte, de que la resolución es “una regresión” en la materia, aparte de que se dice, se argumenta que en el gobierno actual ya no hay privilegios ni favores fiscales, pero el hecho de que esos delitos “no sean sancionados de manera grave, como sí sucede en otros países, destapa la puerta giratoria de la corrupción a gran escala, a la que estaban acostumbrados los delincuentes de cuello blanco y los alienta a vivir sin miedo a la justicia”, cuestionan los morenistas.
Y es que no hay tanta vuelta y en esta sí tiene razón el presidente, sobre que la decisión de la SCJN “sólo la celebran los factureros y contrabandistas”, pues ya no es delito grave de cárcel falsificar facturas, crear empresas fantasmas, evadir el fisco.
Chido.
Matraz
De a cómo quieran, pero ninguno de los que vienen, sea para la federación o la entidad, resolverán el enorme rezago social y falta de oportunidades para el desarrollo humano que hay en México, todo eso aderezado con violencia y por ende, inseguridad.
Así que no vengan con mentiras de que tienen la solución: no es cierto.
Y tampoco se la anden de aduladores del pueblo, porque esa es una de las principales estrategias de la demagogia y de eso, en México, también hemos tenido bastante.
