La Refinería Olmeca de Dos Bocas, cuyo costo total hasta ahora asciende a 19,652.9 millones de dólares, enfrenta sobrecostos y retrasos significativos. A pesar de que su plan original preveía iniciar operaciones en 2022, aún no está funcionando plenamente, más de dos años después del plazo.
La construcción, iniciada en 2019, ha requerido pagos por 378,174.58 millones de pesos, de los cuales el 62% se destinaron a pagos en dólares. El costo es más del doble de los 8 mil millones de dólares iniciales propuestos por la 4T.
Expertos señalan que la falta de planificación ha aumentado los costos y que la ubicación en una zona propensa a inundaciones, como se advirtió desde el inicio, complicó aún más la obra. Además, el Gobierno ha desviado recursos de otros sectores, como salud y educación, para financiar la refinería, lo que genera preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal.
Las inundaciones en 2021 y 2022, provocadas por tormentas tropicales y un frente frío, mostraron la vulnerabilidad de la zona, lo que llevó a la construcción de cárcamos para drenar el agua, a pesar de las advertencias previas sobre el riesgo de inundación.
En resumen, Dos Bocas enfrenta serios desafíos por sobrecostos, retrasos y problemas en su ubicación, lo que ha comprometido tanto su viabilidad económica como el uso de recursos públicos.