Mesa de Redacción.- El presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a la y los aspirantes de Morena a la Presidencia como “los mejores dirigentes” del movimiento para continuar la transformación, aunque con cambio.
“Voy a entregar ya la estafeta para que un hombre, una mujer, del movimiento, de acuerdo a un procedimiento que decidieron, sea el que me sustituya como coordinador, como dirigente del movimiento de transformación. Por eso Adán renunció, porque va a buscar ser el sustituto, el relevo, como ya lo hicieron Marcelo Ebrard en su ámbito de competencia; Ricardo Monreal; la jefa de Gobierno, que renunció, Claudia Sheinbaum”.
En ese sentido, López Obrador destacó que están renunciando porque “son los mejores dirigentes del movimiento y son los que pueden llevar a buen puerto esta embarcación, este barco que ya tiene rumbo. Ya sabemos muy bien lo que se tiene que seguir haciendo en México”.
“Aun cuando mi función es otra, la de Presidente de la República y gobernar para todos, como venimos de un movimiento, yo he venido, sin hacerlo evidente, he venido siendo reconocido como el dirigente de un movimiento de transformación en el que participamos millones de mexicanos desde hace muchos años, algunos que fueron los precursores se nos adelantaron ya varios, mujeres, hombres. Y nosotros consumamos el ideal de la transformación de México, y a mí me tocó esa dirección, esa conducción, como uno más de millones de ciudadanos que participaron. Pero bueno, yo ya me voy a retirar, me queda un año tres meses, y la transformación debe continuar, porque hay que terminar de arrancar de raíz el régimen corrupto, la injusticia, los privilegios.”
Indicó que el principal objetivo de la transformación iniciada en su sexenio y que debe permanecer es no permitirse un paso atrás, “ni para tomar impulso”, en el combate a la corrupción.
Para concluir, el tabasqueño remarcó que como en todo proceso de transformación siempre hay grupos que se resisten y reaccionan a los cambios. Son, sobre todo, aseveró, aquellos personajes que quieren regresar por sus fueros para seguir robando y sirviéndose del ejercicio del poder en el país, como lo hicieron por 36 años del régimen neoliberal.