Tubo de Ensayo
RENÉ DELIOS
El punto, insisto, no es que un comunicador tome partido, sea por unas siglas o por un candidato. Lo es en cambio que contribuya a la degradación de la política, con ataques a los adversarios de su “gallo”, en la idea de informar cuando lo que hace es depredar de la información.
Muy aparte de lo evidente, del cómo no importa afectar la imagen de instituciones e incluso del estado, los adversarios de la 4T son lo de menos en éste caso; lo preocupante es la “baja estofa” que se observa en contra de los que aspiran -acá nos quedamos, pues la nación hoy no es motivo de este bodrio- a ser pre candidatos de Morena para el gobierno de Chiapas en 2024, a los que les mantienen una serie de ataques -repito- que degradan la política y muestra a los que, igual, están preocupados porque su adversario gana más terrenos, y así, se ven “ataques” que exhiben solo a Morena, y muestra la falta de nivel en las partituras.
El caso es que todos llevan: el magistrado Plácido Morales, el director del IMSS, Zoé Robledo, el Senador de la República, Eduardo Ramírez, y hasta el delegado del Bienestar de la 4T, José Antonio Aguilar Castillejos, quien es el que menos se mueve, pero que también se ve en esta foto: de los cuatro mencionados el que más constantemente es atacado es Zoé Robledo, igual por la cercanía con el presidente, quien le ha hecho varios reconocimientos por su desempeño en esa dependencia, a la que ha tenido que enderezar desde el saqueo mismo de que era víctima de sexenios, y que desde luego afectó intereses por millones de dólares, y cuyos resentimientos por ello son los que financian un buen de ataques en contra del también premio nacional de periodismo 2018, por artículo de fondo, por una serie de análisis sobre la elección presidencial de EUA, publicados en el diario Reforma.
Pero igual en contra de Eduardo Ramírez, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado y que en breve, tendrá participación destacada no por el tema del ejército, sino por la reforma electoral que propone de fondo AMLO, que tendrá que llegar al pleno de Paseo de la Reforma en octubre, para poder aplicarse en su caso en 2023, en que se renuevan las gubernaturas -últimas que le quedan al PRI- de Coahuila y Edomex; se duda que los ataques al también llamado “Jaguar Negro” provengan del Senado, y sí por su cercanía con el senador Manuel Velasco -que se supone, lo apoya-, que no pocos en Chiapas le tienen pendiente a éste y a su equipo que, se mantienen en stand by por el momento.
Plácido Morales no estorba; de hecho, los equipos de los arriba mencionados no lo consideran adversario: error en la política. Este culto personaje de mucha tradición política, goza de prestigio entre cierta elite, pero no entre los priístas que lo consideran desleal por haber renunciado a esas siglas de las que fue dirigente estatal, cuando no le dejaron más opción -que incluso también tomó su hermano, hoy alcalde de Tuxtla por Morena-, ante el cierre caciquil que empezó a practicar el PRI y que lo llevó a la ruina, tan es así que el dirigente nacional priista -Amlito- se le considera más Amlista que cualquiera de los ex gobernadores priistas -Pavlovich o Quirino- que le han aceptado embajadas y consulados a Andrés Manuel.
Y ya señalado, Aguilar Castellanos poco figura: no puede; entrega los recursos de Bienestar, dinero federal que para exhibiciones personales está blindado y mal se vería aprovechar eso, aparte de que no debe -por sensatez política- pretender ser más benefactor que el gobierno estatal, pues se le iría encima el equipo de Rutilio Escandón y nada más no.
Por eso en todas las entidades del país, todos los delegados de AMLO actúan de bajo perfil.
Pero sean muy visibles o no, con la llamada “guerra sucia” como que degradan la política que se supone tenía que ser diferente con ellos, y lamentablemente parte de esos instrumentos para tal fin son comunicadores que, repito, pueden jalar con quien quieran, pero eso no estriba atacar -y menos por encargo- a su adversario con inquinas, insultos y dolos, pues cosa muy diferente es -en claro oficio periodístico- que se haga con señalamiento o denuncia sustentada, porque insisto, desde luego que puede ser chistoso meme, ocurrente el comentario sarcástico, pero a falta de pruebas, de consistencia, no tiene contundencia.
Eso lo han practicado en lo que va del sexenio en contra de AMLO y la verdad, se la han retrotraído.
