Calaveras y Diablitos, por Arturo Colado ·
Sin lugar a dudas, uno de los dolores de cabeza más fuertes del presidente López Obrador durante su mandato ha sido la cámara alta. El único destello de oposición -si es que así se le puede llamar- que se vio dentro de la gestión de la Cuarta Transformación se dio en el Poder Legislativo Federal, desde donde las bancadas del PRI y PAN hicieron hasta lo imposible para batear todas las iniciativas que llegaran desde el Palacio Nacional. Si olía a 4T no más, ¡NO PASABA! Eso de hacer las cosas en beneficio del pueblo pasó a segundo término para los de la alianza PRIANista. Digamos que no les ha importado mucho en los últimos tiempos, no es parte de la agenda, ni de su ADN. Digo, más de 80 años de neoliberalismo no dejan mentir a nadie.
Y es que a las y los senadores, así como a las y los diputados federales de oposición se les olvidó eso que juraron al asumir el encargo y en pocas ocasiones se dieron a la tarea siquiera de leer los dictámenes de las propuestas de reforma, mucho menos de construir un diálogo y un debate que pudiera derivar en un consenso a favor del pueblo, y no sé si se acuerden las y los legisladores prianistas, pero a esos se referían cuando, con el brazo levantado y sus mejores pintas, dijeron «y de no hacerlo, que la nación me lo demande», pues parece que o no le entendieron o cruzaron los dedos por detrás de la espalda.
Por ello hoy, Morena y sus aliados enfocan sus esfuerzos y estrategias en un plan C (correcto, hubo plan A y plan B) para la obtención de una mayoría en las cámaras que permita sean aprobadas las reformas constitucionales que consoliden la Transformación que iniciara en 2018 con Andrés Manuel López Obrador.
La alianza morenista sabe que la silla presidencial para el período 2024 – 2030 ya tiene nombre. Claudia Sheinbaum cuenta con una aprobación de más del 55%, por lo que es prácticamente un hecho que pasará a la historia como la primera presidenta de México. Y quien diga lo contrario, que por favor se medique y consulte a un especialista en salud mental. ¡No hay forma, pues!
Sin embargo, el máximo estratega de la 4T aprendió la lección y sabe que de no contar con la mayoría legislativa se detendrá significativamente el avance del proyecto de nación. Y es que los PRIANistas y los intereses del capital se han defendido como gatos boca arriba cuando sus privilegios se han visto amenazados. Arrebatarles todas las curules posibles es la encomienda, por ello eso de contender por separado. Esto le permite a morena tener consigo a la fórmula ganadora y de paso alcanzar la primera minoría en las urnas, dejando relegados al olvido a las y los candidatos de oposición.
Y es que los PRIANistas tampoco se ayudan. Por ejemplo, tenemos al candidato a senador chiapaneco, Willy Ochoa. El otrora político poderoso y hombre de negocios, dueño de media ciudad Peluche, la semana pasada anunció con bombo y platillo que se encuentra en tercer lugar de la justa electoral en Chiapas, como si de un logro se tratara. Y es que hay que entender que para «ganar» el tercer lugar, antes hay que perder el primero y el segundo. Pero en fin… ¡la hipotenusa!
También en Chiapas tenemos el caso de Emilio Salazar, candidato a diputado federal del Distrito IX con cabecera en Tuxtla Gutiérrez por el frente «Fuerza y Corazón por México». Emilio se olvidó de todas las formas y, en entrevista ante los medios de comunicación, expresó su apoyo y respaldo a Eduardo Ramírez Aguilar, el Jaguar, candidato morenista a la gubernatura de su estado. «No hay otro candidato, además de ser el más idóneo», dijo Emilio mientras esbozaba una sonrisa de oreja a oreja. Esta declaración fue casi como jugar para las Chivas, saltar a la cancha con una playera del América y de paso celebrar los goles en contra con la afición azulcrema. ¿Un lapsus brutus o jugada calculada? Se los dejo a su criterio.
Lo que es un hecho es que la oposición en Chiapas parece ser el boxeador manco de esta contienda electoral contra una imponente alianza morenista que viene decidida a dejarlos noqueados desde el primer round.
ROCKOLA
ENTRE DOS TIERRAS se encuentra gran parte de la militancia del PRI y PRD en Chiapas, iniciando por sus dirigentes, quienes parecieran esperar con ansias el resultado electoral de la gubernatura para comenzar a publicar fotos con Eduardo Ramírez y expresar abiertamente su apoyo al proyecto de Transformación que encabezará durante su mandato.
La TRISTE CANCIÓN sigue sonando en el búnker de la Senadora morenista Sásil de León Villard para quien la silla máxima de Chiapas existió solo en sueño, a pesar de que sus allegados sigan en negación y tratando de convencer al mundo de lo contrario.
Pues hasta aquí la dejamos por hoy. Como siempre, la recomendación es que tomen agüita, coman frutas y verduras, lávense las manos antes de comer y después de ir al baño, pues con estos perros calores la salmonella y la tifoidea están a todo lo que dan. Sigan rockeando y no dejen que nada, ni nadie, apague su brillo. Nos vemos hasta la próxima entrega.