Tuxtla Gutiérrez, Chis.-La falta de interés del gobierno federal y estatal han llevado a Chiapas a convertirse en un verdadero epicentro de la violencia, donde los grupos criminales asentados en la entidad se disputan el control, ocasionando una serie de enfrentamientos con armas de alto poder, en el que los más afectados son los ciudadanos.
Y es que los mismos ciudadanos señalan que Chiapas se encuentra en el peor escenario en temas de seguridad, diariamente se registran ejecuciones, levantones, y enfrentamientos sin importar la hora o lugar y mucho menos si se trata de zonas pobladas.
Sectores productivos, sociales y empresariales reconocieron y recordaron que apenas hace dos años atrás, el clima de seguridad era diferente, ya que no existía toda esta descomposición social; recordaron al General de la 36 zona Militar de nombre Miguel Ángel Hernández Martínez, quien coadyuvó de manera decidida con las corporaciones policíacas de los tres niveles de gobierno para mantener el Control en la frontera sur.
Periódicamente tenía reuniones de trabajo con los sectores productivos, empresariales, sociales, transportistas y hasta medios de comunicación, lo cual le permitía tener un panorama de la realidad para establecer estrategias adecuadas, sin embargo, tras su ascenso como General de División y a su salida de la 36 zona militar con sede en Tapachula, la inseguridad fue en aumento.
A través de las redes sociales, los automovilistas señalan su preocupación sobre la presencia de grupos delictivos, que los despojan de sus vehículos en los tramos carreteros hacia Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas, “todo esto nos hace recordar prácticamente al Cochiloco y al Beny de la película el Infierno”, expresó Jonathan, familiar de una de las víctimas a quien en semanas anteriores le quitaron su camioneta y hasta el momento no hay avance de las supuestas investigaciones.
Por si esto fuera poco, los grupos criminales se enfrentan a elementos del ejército y de la misma Guardia Nacional, “que podemos esperarnos nosotros como simples ciudadanos”.
Con el asentamiento de grupos del crimen organizado, en Chiapas estalló la violencia con la incursión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quienes fueron ganado terreno y poder, mientras las autoridades se empeñaron en tratar de tapar el sol con un dedo, tratando de negar lo que realmente estaba ocurriendo.
La inseguridad ha crecido a niveles insospechados a tal grado de quedar exhibida con el secuestro de 16 funcionarios de la misma Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, donde presuntamente el grupo delictivo CJNG cometió este crimen para ejercer presión al estado.
