Palestra, por Rodrigo Ramón Aquino
Chiapas dijo presente y dio un paso al frente con el lanzamiento del programa de alfabetización Chiapas Puede.
Un tema de enorme relevancia para el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar por dos razones: la primera, porque enseñar a leer a quien no sabe no es otra cosa que justicia social y humanismo.
Y la segunda, porque cumplir las altas expectativas de la alfabetización, levantar bandera blanca en uno o dos años, es la ruta a la cita con la trascendencia.
Eduardo Ramírez Aguilar ya no solo desea ser bien recordado al dejar la administración estatal. Quiere logros que resuenen a nivel nacional. Y en su horizonte de aspiraciones está un sueño hasta ahora imposible: que un chiapaneco llegue a la silla presidencial.
Una de esas estrellitas es precisamente la erradicación del analfabetismo en Chiapas. De ese tamaño es el anhelo; de ese tamaño, la responsabilidad del secretario de Educación, Roger Mandujano.
Por eso, el día del lanzamiento de Chiapas Puede, las alarmas se encendieron con el accidente en el libramiento norte de Tuxtla, donde resultaron heridos estudiantes de la Prepa 7 que asistieron al evento.
Aquí destaca la reacción inmediata de Roger Mandujano, quien personalmente garantizó la atención a los heridos y sigue al pendiente de su evolución. Lo que pudo haber sido una crisis mediática y política a menos de 100 días del gobierno de la nueva era, se contuvo con acciones rápidas y eficaces.
Los que vaticinaban el prematuro fin de una carrera política, se van a quedar queriendo, chiquitita, iuuu.
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