Javier Domínguez
3 de diciembre de 2024, Tuxtla Gutiérrez
Chiapas ha perdido el 55% de sus bosques nativos, según un informe de la organización internacional The Nature Conservancy. Esta alarmante cifra se debe principalmente al cambio de uso de suelo para la producción de café, maíz y actividades ganaderas, que ocupan un tercio de la superficie del estado.
La deforestación en Chiapas avanza a un ritmo preocupante: cada década desaparece el 10% de sus bosques. En las últimas cinco décadas, esta pérdida se ha acelerado debido a factores como la tala inmoderada, incendios forestales y la extracción de materiales pétreos.
El informe también destaca que los problemas ambientales más críticos en la región incluyen la erosión, la introducción de especies exóticas, la sobreexplotación de recursos como las pesquerías y los asentamientos irregulares en áreas protegidas.
Uno de los casos más graves se localiza en San Cristóbal de Las Casas, donde humedales y pozos de agua están siendo rellenados, los mantos freáticos se degradan y los cerros son destruidos para la extracción de materiales. Estas actividades han alterado profundamente los ecosistemas locales y ponen en peligro recursos hídricos esenciales.
Además, el informe señala que gran parte de los riesgos ambientales en Chiapas no son naturales, sino consecuencia directa de actividades humanas, a menudo en complicidad con las autoridades municipales. Este saqueo de áreas protegidas provoca la degradación del suelo, sequías, incendios forestales y la pérdida de biodiversidad, afectando incluso sitios turísticos emblemáticos.
Un ejemplo de estos daños ocurrió en 2019, cuando las 21 lagunas de Metzabok, un importante atractivo turístico y natural, sufrieron severas afectaciones debido a la degradación ambiental.
Este escenario subraya la necesidad de acciones urgentes para frenar la pérdida de recursos naturales en el estado y garantizar un desarrollo sostenible que preserve los ecosistemas chiapanecos.
