Javier Domínguez
1 de septiembre de 2025. Tuxtla Gutiérrez.– Chiapas no solo mantiene su posición como el estado con la mayor crisis educativa del país, sino que ha profundizado su rezago, afectando gravemente a la población de 3 a 17 años, según los datos más recientes de la Red por los Derechos de las Infancias en México (REDIM).
Para 2024, el 17.4% de las niñas, niños y adolescentes en Chiapas se encuentra en situación de rezago educativo, cifra que duplica el promedio nacional de 10.6% y triplica el de estados como Sinaloa, que reporta 6.3%, evidenciando una brecha de desigualdad profunda e inaceptable.
El retroceso se refleja en números concretos: en 2016 había 240,816 menores en rezago (14.2%), mientras que en 2024 la cifra aumentó a 311,983 (17.4%), lo que representa un incremento de 71,167 niños y adolescentes excluidos del sistema educativo y un aumento de 3.2 puntos porcentuales en la tasa de rezago. Entre 2022 y 2024, más de 25,000 menores se sumaron a esta crisis.
La REDIM advierte que la situación afecta de manera desproporcionada a la primera infancia y a las comunidades indígenas, los grupos más vulnerables ante un sistema que no ha logrado brindar soluciones efectivas, accesibles y culturalmente pertinentes.
Frente a esta emergencia educativa, la REDIM urge a implementar políticas públicas específicas, como reconstruir el vínculo escuela-comunidad y mitigar los gastos que la educación implica para las familias, crear programas de becas que prioricen de manera efectiva a la población indígena, y garantizar escuelas que impartan educación en lengua materna y con pertinencia cultural, protegiendo así los derechos lingüísticos y la identidad de los pueblos originarios.
La situación en Chiapas es una alarma sobre las profundas desigualdades educativas que persisten en México. Revertir esta tendencia no es una opción, sino una obligación urgente para garantizar el derecho fundamental a la educación de miles de niñas, niños y adolescentes.