Mesa de Redacción.- Este jueves desde la conferencia de prensa La Mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que el pensamiento autoritario “se da en todos lados”, y ejemplo de ello es que ayer el escritor Mario Vargas Llosa recibió de parte de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, el Gran Collar de la Orden del Sol.
“Imagínense, la presidenta de Perú, entregándole un pergamino a Vargas Losa ¡Vargas Llosa! Que va a recibir un reconocimiento a su país de quien fue impuesta por una élite autoritaria, que ha entregado los recursos naturales de su país a extranjeros, que tiene injustamente en la cárcel al presidente que eligieron los peruanos (Pedro Castillo)”, señaló el mandatario mexicano.
La mañanera, que hoy se realizó en las instalaciones del llamado Búnker, que fue el punto central en las operaciones del ex titular de Seguridad Pública, Genaro García Luna en el sexenio de Felipe Calderón.
Al referirse al reconocimiento de Vargas Llosa –acto que en los hechos fue visto en diversos sectores como su claro respaldo a la administración de Boluarte—, López Obrador insistió: “Esa es la derecha. No estoy hablando de cualquier persona, no es García Luna ¡Es Vargas Llosa!”.
Recorrido por las entrañas del Cuarto de Crisis
El espacio, que hoy está a cargo de la Guardia Nacional, es un centro de reunión para que los altos mandos accedan por las sofisticadas pantallas a operaciones de inteligencia, vigilancia y seguimiento.
La instalación destinada a concentrar todas las labores de inteligencia para enfrentar al crimen organizado cuya cabeza principal, entonces considerado el mejor policía de México, en realidad era una suerte, hoy se sabe, de Caballo de Troya. A 13 años de la millonaria inversión de 3 mil 347 millones de pesos, el juicio en Nueva York en su contra arrojó que García Luna es culpable de conspirar para el tráfico de drogas.
En los tiempos del calderonato, era el centro de operaciones de la hoy desaparecida Policía Federal. Se concibió como una aspiración que se asemejará a un sofisticado sistema de seguridad que se transmitía en la televisión estadounidense en la serie 24 horas. Esa fue su fuente de inspiración, según reconoció entonces Calderón.
Paradójicamente, al año siguiente de su inauguración para enfrentar con mayor uso de la inteligencia, se desató aún más furiosamente la violencia en México con un saldo de 27 mil 213 muertos en 2011 y 25 mil 967, en 2012, en los dos últimos años de aquel sexenio en donde se revindicaba en el discurso oficial la guerra contra el narcotráfico.