ARRANCAN alcaldes en Chiapas en Ayuntamientos alternos por el narco

Mariana Morales / Agencia Reforma

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 04 OCT.-En medio de dispositivos militares, entre narcobloqueos, fuera de sus municipios, porque ni ellos pueden pisar los pueblos que gobernarán debido a la operación del narco, Alcaldes de regiones violentas de la zona Norte, Sierra y Altos de Chiapas iniciaron su gestión a distancia en Ayuntamientos alternos.

En un caso extremo, el Edil de Frontera Comalapa ni siquiera inició su gestión, porque el crimen organizado lo desapareció.

En Tila, al norte de Chiapas, la Alcaldía fue incendiada por sicarios, los mismos hombres que en tres días de junio violaron a 12 mujeres, saquearon 34 casas, quemaron 19 vehículos, una moto y 33 viviendas, además de que desaparecieron a personas, según el conteo de pobladores que hablaron con Grupo REFORMA.

Durante casi un mes, todo el pueblo se desplazó a Yajalón, a una hora de distancia. La mayoría retornó, pero unas 400 personas no lo hicieron, por miedo de volver o porque los narcos les destruyeron sus casas.

Quienes no son habitantes de este lugar no pueden entrar porque sicarios indígenas vigilan las calles y aunque en el municipio los militares están de manera permanente, sólo se ubican en la cabecera municipal.

Los muertos tampoco pueden ingresar a su último descanso porque criminales cobran 10 mil pesos por enterrarlos en el panteón.

«¿Dónde vamos a enterrar a nuestros difuntos?», dice una mujer que continúa fuera de Tila, en una casa rentada, porque la suya fue saqueada el día que casi todo el pueblo huyó del lugar.

Para abastecerse de alimentos, los pobladores tienen que salir a comprar porque ni los proveedores de mercancía quieren entrar.

«A una refresquera les pidieron 20 mil pesos por entrar», agrega otra mujer desplazada que ahora vende comida para pagar la renta de su cuarto.

El pasado lunes, rodeado de militares y policías estatales, Neiser Hernández López, el nuevo Alcalde del PVEM de Tila, tomó protesta en el parque de Petalcingo, a media hora de distancia del Ayuntamiento, frente a un puñado de indígenas choles.

Un grupo de personas desplazadas que se había reunido en Yajalón para mostrar una lona en la que exigían retorno seguro de las 400 personas y reconstrucción de sus viviendas, no pudo entrar a Petalcingo, para entregar al nuevo Alcalde sus peticiones por escrito.

«Hay miedo de salir a denunciar, no es que no haya desplazados, sí hay, pero por denunciar, los sicarios nos pueden ubicar y matar», comentó uno de los pobladores.

Uno de los desplazados se acercó sigilosamente al nuevo Edil para entregarle el documento de peticiones, tras finalizar el evento.

«Eduardo Ramírez Aguilar será un gran Gobernador, y nosotros tendremos estrategias políticas para dar respuesta a cualquier necesidad», enfatizó Neiser frente al Alcalde saliente, Limber Gutiérrez.

En su discurso, la seguridad y la narcoviolencia no figuraron.

Y cuando Grupo REFORMA le preguntó cuántos militares se habían desplegado para su toma de protesta, y qué pasará con los desplazados del narco, no contestó, mientras que la prensa que lo acompañaba a jaloneos evitó que se continuara preguntando.

Juan, un campesino desplazado de Tila, de la comunidad Unión  Juárez, quien tuvo que huir para no ser reclutado forzosamente por los sicarios, quienes a modo de amenaza balearon su casa, también llegó a la toma de protesta, pero temió acercarse al nuevo Alcalde.

Cargaba una mochila vieja llena de papeles con las diversas denuncias ante la Fiscalía General de Chiapas a cargo de Olaf Gómez Hernández, en las que da cuenta de la violencia, de las que nunca tuvo una respuesta de alguna investigación.

«También hay desplazados de la Sierra, en Amatenango de la Frontera, por ejemplo, que tampoco han podido regresar a casa. Hay esperanza de que en este nuevo Gobierno podamos entrar a nuestro pueblo, y vayan a la cárcel esas personas malas, aunque los niños ya no quieren regresar por miedo, 30 personas vamos al centro de salud a terapia psicológica», comentó un hombre que se refugia en Tabasco.

«Lo que queremos es que se aplique el Estado de derecho, porque nadie nos ayuda con la renta, hemos tenido que buscar nuevos trabajos donde nos pagan poco. La gente se sigue desplazado en San Cristóbal de las Casas, Tabasco, Ciudad de México, Tuxtla, Yajalón», dice un hombre que lamenta que los sicarios le quemaron su moto, su herramienta de trabajo.

En la Sierra, en Frontera Comalapa, el Alcalde electo, Anibal Roblero, no tomó protesta porque sigue desaparecido, por lo que fue el primer regidor, José Villatoro, quien asumió el cargo.

Ese mismo día, dijeron pobladores, los muebles de la Alcaldía fueron sacados, «se cree que es porque gobernará en otro lado, a distancia», pero nadie lo aclaró.

En otro municipio violento, Bella Vista, el Alcalde Visaí López Rodríguez tomó protesta en Tuxtla Gutiérrez, además que en su municipio habían narcobloqueos.

En la región Frailesca, Villa Flores, la nueva Alcaldesa, Valeria Rosales, no abordó el tema de seguridad en su discurso a pesar de los recientes enfrentamientos entre narcos y militares, mientras que en Pantelhó, donde no hubo elecciones, la supuesta autodefensa armada El Machete, a través de un video, insistió que el grupo «Los Herreras» son los asesinos de menores de edad.

A pesar de la violencia en el estado, los municipios donde se realizaron las tomas de protesta sin incidentes ni presencia militar o violencia, fue en Tapachula, con el nuevo Alcalde Yamil Melgar; en Tuxtla Gutiérrez, con Ángel Torres, y en Ocosingo, con Angélica Méndez.

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