En la Mira, por Héctor Estrada ·
Con una entidad a la cabeza de los indicadores de analfabetismo en México, la estrategia de gobierno de denominada “Chiapas Puede” parece enfilarse a convertirse en uno de los mayorees retos sexenales. Sobre todo, en medio de condiciones tan adversas como la dispersión demográfica y la dificultad de acceso a muchas de las comunidades donde se concentran el mayor problema educativo.
De acuerdo al último censo del INEGI, en Chiapas el rezago de alfabetización representa a más de medio millón de personas. 322 mil 665 son mujeres, que concentran el 62.9 por ciento de las personas mayores de 15 años que no saben leer ni escribir, mientras que las 190 mil 317 personas restantes son varones.
El analfabetismo afecta especialmente a las mujeres jóvenes y en edad productiva, quienes enfrentan mayores dificultades para acceder a empleos bien remunerados, perpetuando ciclos de pobreza y marginación, manteniendo a este sector con un grado promedio de escolaridad de 7.9 años y una tasa de analfabetismo estatal del 12.9 por ciento.
Son los municipios de Sitalá, Mitontic, Pantelhó, Santiago El Pinar y Chamula, por mencionar los casos más dramáticos, los que concentran el porcentaje más elevado de población analfabeta, con un promedio de 35.7 por ciento; mientras que Tapachula (6.9 por ciento), Reforma (6.5 por ciento) y Tuxtla Gutiérrez (3.8 por ciento) son los que menos personas analfabetas registran.
Por eso la magnitud del reto, puesto por el propio nuevo gobierno estatal, no parece nada sencillo. Y es que, a decir del mismo gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, la estrategia de alfabetización incluso resulta más importante para la agenda estatal que el mismísimo combate a la inseguridad y violencia.
“Yo no quiero que me recuerden por haber ganado la batalla contra la violencia. Quiero que nos recuerden por haber ganado al enemigo más grande que tiene Chiapas, que es la ignorancia. Y la vamos a desterrar y le vamos a ganar esa batalla para darle luz al conocimiento”, dijo recientemente Ramírez Aguilar en un evento público.
Se trata pues, de un programa que, según datos de la Secretaría de Educación en Chiapas, tiene previsto desarrollarse a través de 24 Coordinaciones y 124 Comités Municipales. En total, se prevé el despliegue de más de dos mil 560 capacitadores y supervisores; incluyendo a un total de 25 mil 600 asesores comunitarios.
En febrero pasado la dependencia estatal detalló que para su puesta en marcha se realizó un “barrido generalizado”, a fin de tener un diagnóstico más preciso, con nombres, edades, género, domicilios, teléfonos y hasta escuelas alrededor para realizar la tarea de alfabetizar mediante la participación de jóvenes universitarios y docentes, además de líderes sociales y religiosos que se han sumado a las brigadas.
El objetivo es levantar la “bandera blanca” en Chiapas este mismo sexenio para declarar finalmente erradicado al analfabetismo. No se vislumbra una meta sencilla, pero los esfuerzos institucionales parecen estarse dando sin cortapisas para conseguir una meta que, en una de esas, se termina convirtiendo en el mayor logro social del actual gobierno estatal… así las cosas.