Por Javier Domínguez
15 de abril de 2025 | Tuxtla Gutiérrez
En Chiapas, cerca del 50 por ciento de las escuelas —unas 10 mil instituciones educativas— enfrentan severas deficiencias en infraestructura, reveló la asociación civil Cántaro Azul. Esta situación representa un desafío mayúsculo, sobre todo considerando que más de la mitad de la población chiapaneca habita en zonas rurales.
Fermín Reigadas Roblesgil, cofundador de la organización, advirtió que una de las problemáticas más graves es la falta de acceso al agua potable en los planteles, lo que compromete directamente el funcionamiento de los baños escolares.
“Uno de los principales problemas es la falta de acceso al agua, situación que afecta directamente la funcionalidad de los baños escolares, muchos de los cuales requieren agua para operar adecuadamente”, explicó.
Relató que en muchos casos los baños son construidos sin considerar la disponibilidad de agua, por lo que no pueden ser utilizados, o en el mejor de los casos, su uso se restringe exclusivamente al personal docente.
Además, Reigadas destacó que esta deficiencia impacta de forma diferenciada a niñas y adolescentes, quienes carecen de espacios adecuados para atender su higiene menstrual con dignidad, lo que en algunos casos influye incluso en su asistencia escolar.
Datos de Cántaro Azul señalan que solo el 42.6% de las escuelas rurales del estado cuentan con agua disponible todos los días, y apenas el 14% de las escuelas indígenas multigrado y comunitarias tienen alguna forma de garantizar el acceso al agua para consumo humano.
Frente a este panorama, la organización ha desarrollado el programa “Agua Segura en Escuelas”, con el cual han beneficiado a más de 180 escuelas rurales en la entidad mediante la instalación de sistemas que aseguran el suministro de agua limpia para los estudiantes.
“Las escuelas son espacios clave tanto por la vulnerabilidad de su población como por su potencial para generar conciencia sobre el uso responsable del agua y la importancia del saneamiento”, subrayó Reigadas.
Cántaro Azul insistió en la urgencia de garantizar condiciones dignas para la educación rural en Chiapas, comenzando por lo más básico: el derecho al agua.