Tras revisar el nuevo plan de estudios de la SEP para educación básica, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) aseguró que por las dudas sobre su viabilidad y proceso de implementación éste implicará un retroceso para la educación y generación de talento.
El IMCO advirtió que los riesgos detectados podrían empeorar el rezago y deserción escolar que desde 2020 ocasionó la pandemia, así como también entorpecer el avance de secundaria a media superior.
La pandemia dejó fuera del sistema educativo mexicano a 1.5 millones de estudiantes y ocasionó un rezago educativo equivalente a dos años de escolaridad.
«De implementarse, como está planteado, el nuevo plan de estudios será un retroceso para la educación y generación de talento en México, lo cual se traduciría en el largo plazo en menor crecimiento económico», alertó.
El plan de estudios entrará en vigor a partir del ciclo escolar que inicia en agosto próximo.
«A pocas semanas de su inicio formal en las aulas, las dudas continúan respecto a la viabilidad y proceso de implementación, así como su potencial para hacer frente a la pérdida de aprendizajes y el abandono escolar», se agregó.
Asimismo, el IMCO aseguró que este nuevo plan de la SEP fue planeado al vapor, y que en la búsqueda de un enfoque comunitario, se perderá el foco de habilidades básicas como matemáticas y la ciencia.
Se añadió que este nuevo plan se pronuncia también en contra del desarrollo de talento en la educación básica con base en habilidades y necesidades del mercado laboral, por considerar que ello está peleado con el desarrollo humano y de la comunidad.
«No se busca enseñar conocimientos, valores y actitudes para que las niñas, niños y adolescentes se asimilen y adapten a la sociedad a la que pertenecen, tampoco es función de la escuela formar capital humano desde la educación preescolar, primaria y secundaria hasta la educación superior para responder a los perfiles que establece el mercado laboral», se explicó en un documento.
La organización indicó que, si bien la educación a nivel global se está transformando, es necesario que se haga por medio de planes que respondan a una estrategia de largo plazo, con una ruta crítica, planes sintéticos finalizados y capacitaciones integrales para docentes.
«Mientras los reflectores políticos se enfocan hacia las elecciones de 2024, la crisis educativa pospandemia aún no termina. Es urgente repensar el nuevo plan de estudios para poder hacer frente a las problemáticas educativas, generar más talento y apostar por mejores oportunidades para todas y todos los estudiantes de México», se refirió.
Desde su presentación en agosto de 2022, la nueva propuesta curricular ha estado rodeada de críticas, descontento y señalamientos de opacidad, sobre todo de especialistas y padres de familia.
CAMBIOS Y POLÉMICA
A continuación, según el IMCO, aquí algunos cambios polémicos y riesgos:
-Sustitución de los grados educativos por fases y la modificación de los sistemas de evaluación.
– Considera que la educación no es una herramienta para formar habilidades que demanda el mercado laboral.
-La formación de talento preparado deja de ser una prioridad.
-Se resta importancia a la adquisición de aprendizajes clave, como matemáticas y la ciencia.
-Organiza los aprendizajes en cuatro campos formativos: Lenguajes; Saberes y pensamiento científico; Ética, naturaleza y sociedades; y De lo humano y lo comunitario.
-El aprendizaje de estas materias podría limitarse al enfocarlas únicamente a un uso práctico, lo que podría provocar que el alumno pierda el interés por aprender temas más complejos por no encontrarle una utilidad con su entorno.
-Se pierde la continuidad de los estudios en bachillerato en el salto de secundaria a bachillerato y desintegra la ruta de la educación obligatoria.
-La autonomía sin límites de los docentes tiene riesgos como aumentar la desigualdad en los aprendizajes que logran los estudiantes y acrecentar las responsabilidades y carga de trabajo del magisterio.
-La diversidad de criterios que implementen los maestros de educación básica, puede dificultar la uniformidad de conocimientos que los estudiantes de nivel básico deben adquirir y complica la transición entre niveles educativos.