Adolfo Luján
Un grupo de mujeres y hombres, en la capital de Chiapas, denunciaron que han sido víctimas de una serie de fraudes orquestados por varias empresas inmobiliarias que prometen la entrega de viviendas, pero después no cumplen con la entrega del patrimonio a quienes compran.
Heyné González Velázquez, uno de los afectados, mencionó que desde hace un par de años ha vivido un vía crucis para luchar por la casa que compró y que después se enteró que habían escrituras duplicadas. Por todo lo anterior, acusó a Erick “N”, Viviana “L”, Gustavo “F” y otros personajes de cometer estas anomalías a través de empresas inmobiliarias que después desaparecen.
En su relato, describió que adquirió una vivienda en Jardines de las Flores Sección 1. Entre 2009 y 2010 terminó de pagarla por un monto de tres millones y medio de pesos, aproximadamente.
González Velázquez mencionó que en muchos lugares en los que se ha cometido el fraude, los fraccionamientos no terminan de construirse o las calles se dejan a medias.
Cuando ingresó a su hogar, dijo, había otra persona viviendo ahí, es decir, ya se había revendido. Después recibió otra vivienda cerca de la que originalmente había adquirido. Meses después, resultó que ese espacio tiene un adeudo por un préstamo hipotecario que ronda en los dos millones de pesos. Por estas anomalías anunció que emprenderá acción legal.
Carolina González Godoy, otra de las víctimas del fraude inmobiliario, puntualizó que han tenido conocimiento que estas anomalías se han presentado en Jardines de Mactumactzá, Santa Fe, fraccionamiento Ámbar, Jardines de Las Flores, San Agustín y hasta La Antigua.
En su relato, mencionó que en febrero de 2017 realizó un contrato de compraventa; dio un anticipo y le prometieron que en junio le darían posesión de la vivienda. Después efectuó pagos consecuentes y le entregaron la casa.
La sorpresa vino después. Pidió sus escrituras pero no llegaron. Pasó el tiempo y en mayo de 2021 recibió un requerimiento de una compañía de bancos que le advertía que debía varias mensualidades por una hipoteca sobre esa misma propiedad.
Lo siguiente fue llamar a las personas que hicieron la venta, pero no respondieron. Ella demandó y hasta hace poco se giró una causa penal por fraude específico, sin embargo, se trata de un delito que no es grave y que los imputados pueden alcanzar fianzas.
Además, está esperando la audiencia intermedia para seguir con el proceso pero todos los movimientos se han traducido en un desgaste emocional, moral, psicológico y hasta económico. Lo último, es que recibió una notificación por recesión de contrato y por cambio de situación jurídica.