La Secretaría de la Función Pública (SFP) abrió una investigación contra el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), David Aguilar Romero, por abuso sexual contra Giovanna Salem, quien desempeñaba tareas de asistente particular del director.
Este miércoles, la denunciante compartió a través de redes sociales un mensaje en donde agradeció a la dependencia por el inicio de sus diligencias. “Esto no va a parar aquí. Ningún agresor en el poder”, escribió.
En publicaciones de mayo de este año, Giovanna compartió fotografías de la denuncia que presentó ante la Fiscalía General de la República (FGR), en donde señaló que conforme pasaban los meses, Aguilar Romero, “aumentó el nivel de violencia, comenzó a insultarme, humillarme”.
El documento indica que el delito por el que acusa al titular de Profeco es «abuso sexual» y fue presentada el 9 de abril de este año.
También compartió un oficio remitido a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en el que quedó asentado que cuando apenas iniciaba en su puesto, recibía muchos “elogios” por parte del abusador, “lo cual evolucionó a insinuaciones de índole sexual”.
Tras varios intentos por disuadir al agresor, “su actitud cambió y empezó a ser manipulador, señalándome como una persona conflictiva por aislarme, derivado de que no quería tener acercamientos con él”.
La víctima mencionó que la actual encargada (de acuerdo con su perfil de LinkedIn) de redes sociales de Profeco —y quien mantenía una relación “extramarital” con Aguilar—, colaboró con el abusador para espiarla a través de plataformas digitales, escalando la violencia hasta el punto de “prohibirle subir contenido”.
“Hubo una amenazada expresa por su parte, de la cual estoy dejando en la parte documental de evidencias donde me dice: ‘No te gustaría verme enojado’, indicó en su declaración.
Giovanna señaló que intentaron forzarla a que firmara su renuncia, pero al negarse, su abusador coordinó que la encargada de la Dirección General de Oficinas de Defensa del Consumidor, “le hiciera la vida imposible”.
Además, la víctima mencionó que un médico, a quien acudió por sus altos índices de malestar, le diagnosticó estrés postraumático por violencia de género.
Finalmente, se separó del cargo el 15 de marzo de este año, después de que “le pidieron nuevamente la renuncia y accedió, porque ya no soportaba más”.