Observatorio Solar, por Gonzalo Núñez de León ·
O como quien dice: “No vengo a ver si puedo, sino porque puedo vengo.”
Con apenas treinta días en el cargo, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar ha demostrado que su compromiso con el estado no es solo un discurso, sino una realidad palpable. Chiapas comienza a transitar hacia la paz que por años parecía inalcanzable, desafiando los pronósticos que auguraban décadas para recomponer el tejido social.
Seguridad: Resultados tangibles
Desde el primer día, los operativos en materia de seguridad han dado resultados concretos. La incautación de bienes del narcotráfico, decomisos de armas y la recuperación de espacios públicos reflejan un esfuerzo coordinado para enfrentar el flagelo que asoló al estado durante años. Por primera vez, comunidades enteras están perdiendo el miedo a los cárteles que, con complicidad de autoridades en todos los niveles, mantenían a la población sometida bajo amenazas y extorsiones.
El impacto de estas acciones se vio claramente en el reciente período vacacional, cuando cientos de familias regresaron a sus hogares para celebrar las fiestas decembrinas sin el temor que los obligó a abandonar sus tierras en el pasado. Transportistas y comerciantes han vuelto a operar sin el yugo del cobro de piso, mientras los operativos permanentes en carreteras y ciudades aseguran que la tranquilidad llegue para quedarse.
Recuperación económica: Bases para el futuro
La paz es el primer paso para el desarrollo, y el Ejecutivo estatal lo sabe. Por ello, ha priorizado la seguridad como condición indispensable para atraer inversiones y fomentar la actividad económica. Los empresarios locales ya han sido testigos de un compromiso serio, y en breve se implementarán programas que apuntalarán sectores clave como el turismo y el comercio.
Salud y educación: Prioridades impostergables
En paralelo, los titulares de salud y educación han puesto en marcha iniciativas que buscan cerrar las brechas históricas que han marcado a Chiapas. Programas como Salud para Todos y el de alfabetización pretenden devolver la dignidad y el acceso a servicios básicos a miles de chiapanecos, preparando el terreno para un desarrollo más equitativo.
Plan Chiapas-Balam: Desarrollo sostenible
Entre los proyectos más ambiciosos destaca el Plan Chiapas-Balam, un programa integral que busca transformar la infraestructura estatal. Con acciones enfocadas en la modernización de vías de comunicación, construcción de hospitales, escuelas y viviendas dignas, este plan promete sentar las bases de un desarrollo sostenible que impulse la inclusión social y fortalezca sectores estratégicos como el turismo.
Conclusión: Chiapas en el camino correcto
Apenas un mes después del inicio de esta nueva administración, los chiapanecos comienzan a ver los frutos de una estrategia que combina seguridad, desarrollo económico y atención social. Los resultados invitan al optimismo, pero también al compromiso colectivo para consolidar esta transformación.
Porque sí, como sociedad podemos decirlo con orgullo: ¡No más impunidad! Chiapas empieza a recuperar las horas serenas que tanto anhelamos.