Tuxtla Gutiérrez, Chis., 22 JUN.-Han transcurrido 10 largos meses desde que el 20 de agosto de 2024, tres jóvenes fueron sustraídos de manera violenta por hombres armados de sus casas, aparentemente por policías que portaban chalecos antibalas, en Arriaga, en la zona costa de Chiapas, sin que hasta el momento las autoridades de la Fiscalía General del Estado y de Seguridad Público hayan “movido un dedo” para dar con su paradero.
Diez meses de silencio, miedo e incertidumbre que enfrentan los familiares de los secuestrados por no tener respuesta algunas de las autoridades, quienes además las mantienen amenazados y obligados a “mantenerse callados”, no decir nada de la desaparición de sus hijos para no “entorpecer las investigaciones”, por lo que a la fecha no saben si están vivos a muertos los tres adolescentes: Emanuel Alemán Camacho, Martín Gustavo Ramos Cruz y Ángel Fabricio Santiago Torales de 15 y 16 años de edad.
Diez meses sin respuestas y de que Adriana Camacho Nolasco, María Guadalupe Cruz Martínez y Candy Torales, madre de los tres jóvenes se enfrentan a la desesperación de no saber en donde se encuentran sus hijos, y lo peor es que las autoridades policiacas guardan silencio cómplice.
Esta semana, las desesperadas y afligidas madres decidieron no callar más y alzar la voz por primera vez, luego de asegurar que las autoridades locales las mantuvieron calladas todo este tiempo, bajo la promesa de que “se estaba investigando”.
Por esa, razón, piden a la ciudadanía en general y al gobernador Eduardo Ramírez Aguilar intercedan en las investigaciones -si es que en realidad las están llevando a cabo- y ubicar a sus hijos. Hoy denuncian públicamente la desaparición forzada de sus hijos y el abandono institucional en la búsqueda.
Adriana Camacho Nolasco es madre de Emanuel Alemán Camacho, quien narra que su hijo fue sacado de casa alrededor de las tres de la madrigada el 20 de agosto de 2024, por un grupo de hombres armados irrumpió de manera violenta en su domicilio.
Los hombres no llevaban pasamontañas, iban vestidos como policías, con chalecos antibalas y lo único que les dijeron que a su hijo se lo llevaban a la fiscalía”, dijo. Al preguntarle por qué, solo respondió: ‘No me importa que sea menor de edad, estamos levantando a puros menores de edad’.
“Las autoridades solo nos dicen, que “están investigando” y que “están vivos”, pero no hay pruebas, ni avances, asegura María Guadalupe Cruz Martínez, madre de Martín Gustavo Ramos Cruz de 15 años de edad, quien recuerda que su hijo se lo llevaron los hombres armados a las 10:30 de la noche del 19 de agosto de 2024, cuando hombres armados irrumpieron en su domicilio y se llevaron a su hijo.
Candy Torales es madre de Ángel Fabricio Santiago Torales de 15 años de edad, desaparecido también el 19 de agosto. Su caso es especialmente doloroso, pues los hombres llegaron armados, encapuchados y no explicaron nada.
De acuerdo a lo narrado por las tres madres, ninguno de los jóvenes tenías problemas ni mucho9 menos antecedentes penales, son estudiantes sanos y en la escuela los reconocen, sus amigos y los vecinos del municipio.
Las tres familias comparten un patrón común: los menores fueron privados de la libertad sin orden de aprehensión, sin justificación, sin pruebas, sin aviso. Los supuestos operativos fueron ejecutados con violencia y bajo total opacidad.
A pesar del tiempo transcurrido, las madres aseguran que las autoridades no han dado respuestas ni resultados, así como denuncian más casos de “levantones” en Arriaga, los cuales no han sido denunciados o temen las familias en alzar la voz.
Además, acusan a las autoridades locales de Arriaga las cuales desde el inicio mostraron omisión, lentitud y desinterés en el caso. Denuncian que todo ha sido un proceso lleno de obstáculos, gastos personales y promesas incumplidas.
A nosotros, todo nos cobran, todo cuesta. Nos decían que nos estaban ayudando, que no hiciéramos ruido, que era mejor esperar.
Este largo periodo de silencio no fue por resignación, sino afirman por presión institucional. “Nos hicieron guardar silencio”, dijo Adriana. Hoy, sin resultados, decidieron hablar.