Por Emilio Alemán
En una hermosa ceremonia religiosa se juraron amor eterno, Aida Jiménez y Antonio Córdova, recibiendo la bendición de Dios para que tengan un matrimonio lleno de amor, paz y armonía.
La elegante recepción que organizaron en el salón Gluck fue muy especial, porque ahí interpretaron su vals y brindaron con amigos y familiares que con gusto los acompañaron para ser testigos de su unión matrimonial, deseándoles lo mejor en esta nueva etapa que acaban de comenzar.
Un delicioso banquete acompañado de bebidas se disfrutó en la velada, donde también el ambiente fue inolvidable, porque todos pudieron bailar, cantar y felicitar a los recién casados, quienes se mostraron felices por tan importante momento que van a recordar.