Impulsar de manera integral las vertientes que convergen en el desarrollo de las ciudades desde sus ámbitos internos – tales como la vivienda y acceso a servicios-, hasta externos enfocados a la protección, desarrollo y planeación de entornos eficientes y seguros; es la propuesta general surgida del Colegio de Arquitectos Chiapanecos Nueva Generación que preside Ufemio Antonio Flores Díaz, a partir de las conclusiones de su Primer Foro de Arquitectura y Urbanismo en Chiapas.
En una jornada de intercambio de conocimientos mediante mesas de trabajo, los expertos analizaron temas relativos al desarrollo planeado en la entidad, abordando las posibilidades que, desde la arquitectura, existen para abonar a un entorno mejor para las generaciones presentes y futuras.
Así pues, coincidieron en señalar la importancia de la aplicación de instrumentos jurídicos que regulen adecuadamente las etapas en las construcciones – desde su planeación hasta que concluyan -, y sancionen su incumplimiento, así como la importancia de que todos los Ayuntamientos cuenten con un atlas de riesgo realizado por expertos e incluso, la importancia de conformar un Instituto Mesoamericano de Investigación Científica.
En materia de planeación urbana, se concluyó que es imprescindible revisar y ajustar al contexto actual, diversas normativas relacionadas, marcando las diferencias entre los Planes Municipales de Desarrollo Urbano y los Planes de Desarrollo Urbano de Centros de Población; el establecimiento de un punto de inicio en la obligatoriedad de todos los municipios para contar con su Programa de Desarrollo Urbano en al menos su cabecera municipal; requieriendo además de la conformación de un Sistema Estatal de Planeación del Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial que plantee una política integral en materia de asentamientos humanos, debiéndose considerar las dinámicas de las localidades urbanas y rurales, con el fin de inhibir la dispersión poblacional, disminuir la migración campo-ciudad y limitar el crecimiento disperso en las principales ciudades, estableciendo planteamientos planeados de atención en materia de equipamiento, infraestructura y vivienda.
Sobre este último aspecto, reflexionaron sobre la necesidad de la capacitación a la sociedad, para la utilización de materiales alternativos y de autoconstrucción en viviendas de zonas rurales, así como de la creación de programas de desarrollo rural que regulen y controlen la migración del campo a la ciudad.
Hablaron de la importancia de integrar organismos que sean los responsables de crear estudios de impacto hidráulico cero para evitar riesgos de inundaciones en fraccionamientos; así como de comités que den seguimiento y que garantice la continuidad de proyectos con planes, normas y reglamentos bien estructurados; y promover una buena administración para reducir costos de operación; normalizar el uso de casas auto sustentables con energía alternativa o energía limpias, entre otros.
En cuanto al manejo de aguas residuales, subrayaron que se debe implementar un Instituto de Eficiencia Energética; que las nuevas construcciones tengan tarifas fijas con usuarios que se encarguen del saneamiento; que las nuevas plantas a construir estén sustentadas con un estudio de eficiencia energética; realizar un censo de todas las plantas de tratamiento en el estado; que los Ayuntamientos reciban capacitación y asesoría en el tema de manera por parte de verdaderos especialistas, así como la creación de proyectos pilotos sobre captación de aguas pluviales, tratamientos de aguas residuales y aplicación de energía solar.
En otro aspecto, este organismo colegiado estableció su compromiso de formar la Comisión de Movilidad Urbana, para participar en los esquemas de gobernanza municipal encargados de gestionar, desarrollar, diseñar y planificar la ciudad, bajo la estructura legal e institucional vigente.
«Proponemos que la cultura y educación vial se vea fortalecida e impulsada, a través de programas, planes y proyectos educativos y culturales a largo plazo desde los primeros niveles, además de proyectos urbanos integrales en los municipios, consultados y alineados a las políticas ambientales y de movilidad nacionales», señaló el organismo.
Asimismo, en el tema ambiental, el colegio propuso la creación del Comité Normalizador de Organismos, para generar propuestas para el establecimiento de Normas Mexicanas (NMX), enfocadas al desarrollo de nuevas tecnologías, para que logren la determinación de la huella de carbono y huella del agua en las cuatro etapas de la construcción: Preuso, Uso, Mantenimiento y Demolición.
Coincidieron finalmente, en la necesidad de la divulgación a través de campañas para la concientización de la importancia de la conservación de la biodiversidad, la creación de un comité para la revisión de normas vigentes y reglamentos, con un enfoque de reducción de impacto ambiental, así como la gestión e implementación de la categoría de Áreas de Valor Ambiental (AVA) en Tuxtla Gutiérrez, a sitios dentro del área urbana que por su belleza escénica, riqueza biológica, servicios ambientales y relevancia ecológica, merecen ser conservados o en su caso restaurados.