Por Redacción
30 de noviembre de 2025
El resurgimiento del gusano barrenador del ganado ha convertido a Chiapas en el centro de una emergencia sanitaria que avanza entre el abandono animal y la falta de atención pública. Lo que inició en abril con un perro callejero en Catazajá se ha extendido por diversas regiones del estado.
Hasta noviembre, autoridades sanitarias reportan 1,118 casos en perros y 19 en gatos, principalmente en rancherías, basureros y colonias donde no existen servicios veterinarios. Municipios como Tapachula, Ocosingo y San Cristóbal ya documentan animales infestados con larvas que devoran tejido vivo. La Secretaría de Agricultura reconoce que 99.9 por ciento de los contagios del país se concentran en el sur.
Con una población estimada de dos millones de perros en situación de calle, Chiapas carece de campañas de esterilización, vigilancia epidemiológica o programas efectivos de control. La ausencia de atención facilita que la mosca hembra siga reproduciéndose en heridas abiertas, especialmente en animales que viven en condiciones de extrema vulnerabilidad.
La emergencia ya trascendió al ámbito humano. En el estado se han confirmado 42 casos en personas, cinco de ellos mortales. Adultos mayores y poblaciones sin acceso a servicios médicos figuran entre los más afectados. Mientras los esfuerzos institucionales se enfocan en la protección del ganado, organizaciones veterinarias advierten que la falta de intervención en mascotas y fauna urbana podría detonar una expansión nacional.
“Si no hay respuesta inmediata, esta plaga se expandirá por todo México”, alertan especialistas que demandan acciones coordinadas y campañas urgentes de control sanitario.












