Habitantes de la colonia Laureles, en Tapachula, cerraron el paso al centro de acopio de basura ubicado en su zona, luego de años sin respuesta por parte del gobierno municipal, encabezado por Yamil Melgar Bravo.
La saturación del lugar, al que llegan diariamente cientos de tricicleros a dejar desechos, ha provocado fuertes olores, contaminación y plagas como ratas, mosquitos y cucarachas, afectando directamente a las familias del sector.

“Las calles están repletas de triciclos esperando turno para tirar la basura. Esto ya es un caos”, señalaron vecinos, quienes colocaron lazos para impedir el acceso al centro de acopio, en protesta por la falta de atención del Ayuntamiento.
Afirman que han pedido la reubicación del punto sin obtener respuesta. Además, denunciaron que a los recolectores de basura en triciclo —unos dos mil en toda la ciudad, según cifras extraoficiales— se les cobran entre 50 y 100 pesos diarios para poder ingresar, lo que señalaron como una práctica de corrupción.
Ante la presión vecinal, Juan Carlos Antonio Gallegos, secretario de Desarrollo Urbano, anunció que se llegó a un acuerdo parcial con los inconformes y que este jueves se instalará una mesa de diálogo para atender sus peticiones.
Mientras tanto, el Ayuntamiento enviará cuadrillas de limpieza y servicios públicos para sanear la zona. Reconocieron que la crisis de basura es grave, pero prometieron atenderla con acciones emergentes.