Unidad por una causa común: el autismo en Chiapas
En un contexto donde la inclusión y la empatía deberían ser el eje de toda acción social, el llamado a la unidad que realiza Heriberto Ortiz, representante estatal de la sociedad con autismo ante el Gobierno de Chiapas, es una voz que merece ser escuchada y respaldada.
La reciente implementación de la reforma a la Ley Estatal de Autismo, aprobada desde 2019, empieza a rendir frutos concretos: el ingreso sin examen de admisión a un grupo de secundarias modelo y la ampliación del catálogo de universidades que ofrecerán servicio social como sombras gratuitas para niños y niñas de educación básica. Ambos proyectos representan un paso firme hacia una verdadera inclusión educativa.
Ortiz, también presidente de la Asociación TEA en Chiapas, ha insistido en que estos beneficios no están condicionados a pertenecer a ninguna organización específica, sino que son el resultado de un trabajo conjunto entre autoridades y sociedad civil. Esta postura no solo reivindica la transparencia en la aplicación de políticas públicas, sino que también pone en el centro a las familias que más lo necesitan.
En días recientes, surgió una controversia con una asociación que habría difundido información errónea sobre los programas derivados de la ley. Ante ello, Ortiz optó por la prudencia y el reconocimiento: valoró el acompañamiento de Red Autismo Chiapas y de más de veinte asociaciones que han colaborado en este proceso, aunque subrayó la importancia de la comunicación y la participación activa en los espacios de diálogo institucional.
La inclusión no puede construirse desde la división ni desde la desinformación. Las causas sociales requieren colaboración, respeto y visión compartida. Por eso, el exhorto de Heriberto Ortiz a trabajar en conjunto debe ser tomado como una invitación a sumar esfuerzos, no a fragmentarlos.
La comunidad con autismo en Chiapas ha demostrado una enorme capacidad de organización y resiliencia. Hoy, más que nunca, es momento de consolidar esa unidad en torno a objetivos comunes: educación inclusiva, acceso equitativo y respeto a los derechos humanos de todas las personas con autismo.
Porque solo juntos —sociedad civil, asociaciones y gobierno— podremos hacer realidad el espíritu de una ley que nació para proteger, incluir y transformar vidas.