El abandono y la inseguridad que golpean a Chiapas
Chiapas enfrenta un doble desafío: la vulneración de derechos humanos dentro de sus prisiones y la persistente percepción de inseguridad en la vida cotidiana de sus habitantes. Por un lado, cientos de mujeres privadas de su libertad sufren no solo el encierro, sino también el abandono estatal y familiar. Centros como el CERSS El Amate, San Cristóbal y Tapachula evidencian la carencia de atención médica, apoyo psicológico, medicamentos y artículos básicos de higiene, convirtiendo la reclusión en una experiencia de alto riesgo para la vida. Mientras tanto, las organizaciones civiles hacen esfuerzos heroicos, pero aislados, para cubrir necesidades elementales, demostrando que la responsabilidad del Estado sigue siendo insuficiente.
Por otro lado, fuera de los penales, la sociedad enfrenta una realidad igualmente preocupante: la extorsión continúa siendo el delito más recurrente en la entidad, según datos del INEGI. Aunque las tasas de criminalidad en Chiapas son menores que la media nacional, el incremento del 10.2 % respecto al año anterior y la percepción de inseguridad de más del 74 % de la población evidencian que el miedo y la vulnerabilidad persisten, afectando sobre todo a quienes más dependen de entornos seguros para vivir y trabajar.
Ambas problemáticas convergen en un mismo punto: la necesidad urgente de políticas públicas integrales que protejan tanto los derechos humanos de las personas privadas de libertad como la seguridad de la ciudadanía. Ignorar estas realidades perpetúa ciclos de violencia, abandono y exclusión, dejando a Chiapas rezagado frente a la obligación moral y legal de garantizar justicia, seguridad y oportunidades para todos.
El llamado es claro: fortalecer la protección social, mejorar los sistemas penitenciarios y actuar con firmeza frente al delito no son opciones, sino responsabilidades ineludibles del Estado. Solo así se podrá aspirar a una Chiapas más segura, justa y humana, donde ni las mujeres en prisión ni los ciudadanos en las calles tengan que vivir bajo la sombra del abandono y el miedo.