Una iniciativa a favor de la dignidad, no de la eutanasia
La propuesta de una Ley de Voluntad Anticipada en Chiapas marca un avance necesario en la discusión pública sobre el derecho a una muerte digna. Se trata de una iniciativa que busca reconocer la autonomía de las personas en momentos de extrema vulnerabilidad, al permitir que, de manera libre y consciente, decidan si desean o no recibir tratamientos que únicamente prolonguen artificialmente la vida en casos terminales. En un estado con profundas tradiciones culturales y religiosas, el Congreso ha sido enfático al aclarar que no se trata de eutanasia. La diferencia es sustancial: mientras esta última implica una acción deliberada para provocar la muerte, la voluntad anticipada se limita a respetar el curso natural de una enfermedad sin imponer intervenciones innecesarias.
Con ello, Chiapas se sumaría a otras entidades del país que ya cuentan con legislaciones similares, colocándose en sintonía con una visión moderna de los derechos del paciente. En el fondo, la iniciativa responde a una exigencia ética: no se trata de acelerar la muerte, sino de evitar el encarnizamiento terapéutico, ese afán de prolongar la vida biológica a costa de sufrimiento y pérdida de dignidad. Una ley de este tipo ofrece certeza tanto a las familias como al personal médico, que muchas veces se ven atrapados entre dilemas morales y vacíos legales en los momentos más difíciles.
El debate no es menor, porque implica reflexionar sobre lo que significa vivir y morir con dignidad. El derecho a decidir en torno al final de la vida debe ser entendido como una extensión natural de la libertad personal, y no como una concesión del Estado. Reconocerlo en Chiapas sería un paso valiente hacia una legislación más humana, más compasiva y más respetuosa con las convicciones individuales. En medio de una sociedad que a menudo evita hablar de la muerte, iniciativas como esta recuerdan que la dignidad no se pierde con el último aliento, sino que se construye también en la manera en que elegimos despedirnos de la vida.