Tuxtla Gutiérrez, Chis., 13 AGO.-Inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuraron un predio ubicado junto a la carretera Tuxtla Gutiérrez–Villaflores, en el que se propició la devastación de más de 4 mil metros cuadrados de selva baja caducifolia.
La acción se realizó tras comprobarse la remoción de vegetación natural sin la autorización correspondiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó en un comunicado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
La autoridad no dio a conocer el giro o uso del predio que promovió la devastación.
Durante la inspección del 6 de agosto, la Profepa constató la devastación de 4 mil 247.59 metros cuadrados de selva baja caducifolia.
Por esta razón, se impuso la clausura temporal total del predio, en apego al artículo 170 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA).
En un comunicado, la Profepa señaló que “se levantó el acta de inspección correspondiente y se documentó el área afectada con evidencia fotográfica y georreferenciada”.
Esta documentación servirá para el procedimiento administrativo en curso.
El procedimiento busca “determinar las responsabilidades legales del presunto infractor, además de evaluar las acciones necesarias para reparar el daño y restaurar el ecosistema afectado”, indicó la dependencia.
La Profepa explicó que la selva baja caducifolia es un ecosistema prioritario debido a su alta biodiversidad y su función en la protección del suelo y la regulación del agua.
Por ello, la pérdida de esta vegetación sin autorización representa un “grave daño al medio ambiente”.
Durante la inspección, el personal de la Profepa colocó los sellos de clausura en el predio, mientras tanto, continúan las investigaciones para asegurar que se realicen las acciones necesarias para restaurar el área afectada.