Ciudad de México, 21 JUL.-La alcaldesa de Cuauhtémoc respondió a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, quien calificó el retiro de dos estatuas como una hipocresía, debido a unas vacaciones en Cuba de Alessandra Rojo de la Vega.
“Me sorprende más viniendo de la presidenta de la República, porque cuando ella era jefa de Gobierno dijo que esta era una ciudad de derechos y libertades, quitó las placas de (Gustavo) Díaz Ordaz o el monumento a Colón”, señaló en entrevista con Azuecena Uresti, de Grupo Fórmula.
Rojo de la Vega añadió que las estatuas de Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara también fueron represores, principalmente cuando asumieron el gobierno de Cuba durante décadas.
“Y el asesino no es menos asesino si pertenece a la izquierda”, añadió Rojo de la Vega.
La actual alcaldesa explicó que las estatuas fueron adquiridas en 2017 por el gobierno de la Cuauhtémoc, cuando era gobernada por Ricardo Monreal Ávila, y detalló que fue él quien autorizó 600 mil pesos como pago.
Sheinbaum reprueba el retiro de las estatuas de los líderes cubanos
La alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega autorizó el retiro de las piezas escultóricas el pasado 16 de julio sin cumplir con las disposiciones legales, reprochó la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
Sheinbaum Pardo puso en entredicho la coherencia de la alcaldesa, acusándola además de hipocresía e intolerancia por oponerse a homenajear a figuras como Fidel Castro y Che Guevara mientras realizó un viaje personal a Cuba.
Según la presidenta, quienes realmente rechazan ciertos homenajes no elegirían ese destino para vacacionar.
El retiro de las obras careció de autorización del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos, según, dijo este lunes la mandataria federal.
Este comité, integrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y la Secretaría de Cultura capitalina, establece procedimientos estrictos para cualquier intervención en el espacio público.
La mandataria federal destacó la gravedad del acto, señalando que la acción fue efectuada sin la autorización obligatoria y recalcó que la remoción de monumentos exige la aprobación previa del comité correspondiente.
La presidenta sostuvo que la falta de respeto a la memoria histórica resulta irrelevante ante la irregularidad administrativa.
Sheinbaum Pardo también respaldó la exigencia de la Secretaría de Cultura y del Gobierno de la Ciudad de México, quienes solicitaron que la obra sea reinstalada y cuestionaron la legalidad de su retiro.
Además, la mandataria criticó el planteamiento de subastar el monumento y advirtió que dicha acción podría suponer un daño al patrimonio público: “Subastar la obra sería daño patrimonial; la prioridad es que el monumento se entregue y se reubique”, remarcó.