Javier Domínguez | 25 de junio de 2025 | Tuxtla Gutiérrez
Chiapas, históricamente el estado con mayor rezago social en México, enfrenta un panorama incierto tras la desaparición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), aprobada recientemente por el Congreso.
Actualmente, el 74.5% de la población chiapaneca vive en situación de pobreza y el 29% en pobreza extrema, según el último informe del Coneval en 2022, cifras que reflejan profundas carencias en servicios básicos, alimentación y acceso a derechos fundamentales.
Durante años, el Coneval ha sido un órgano clave para la generación de datos independientes y la evaluación de políticas públicas. Sus cifras han servido a gobiernos, dependencias y organizaciones para diseñar programas sociales en regiones marginadas como el sureste mexicano.
Con su desaparición, esas funciones pasarán al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), aunque hasta ahora no se ha detallado cómo se mantendrán las metodologías actuales ni cómo se garantizará la autonomía de los análisis.
Expertos advierten que estados como Chiapas podrían quedar en un vacío de información confiable justo cuando más se necesita evaluar con precisión el impacto de los programas gubernamentales. La coordinación entre el Inegi y el Ejecutivo federal será crucial, pero persisten las dudas sobre la objetividad y transparencia de los futuros datos.