¿Estás en mood ahorrador y necesitas gastar menos en tus uñas cuando vas al salón? Entérate de qué puedes hacer.
Después de una semana cansada, no hay nada mejor que ir a tu salón o estudio de confianza a hacerte las uñas, relajarte y olvidarte un rato de todo el estrés que tuviste que enfrentar, pero puede llegar un punto en el que programar varias citas a lo largo del mes deja de ser algo factible en términos financieros.
Cuando la experiencia ya no es satisfactoria y empieza a generar preocupación o culpa por lo que gastas, lo mejor es buscar alternativas como los sets de aplicación de gel, los cuales se han convertido en los favoritos de muchas mujeres que pretenden ahorrar un poco sin sacrificar la apariencia de sus uñas.
Si ya los has visto y quieres saber por qué deberías considerar comprar uno, quédate a leer los próximos párrafos.
¿Cuánto cuesta una manicura profesional?
Las tarifas varían dependiendo del lugar, la técnica y los productos que se utilicen: actualmente, una manicura con esmalte tradicional ronda entre los $200 y $300 pesos; con gel semipermanente, los costos pueden elevarse a los $450 o más, en especial si se incluyen diseños, efectos o refuerzos.
Ahora bien, para que las uñas no se vean descuidadas, es necesario regresar al salón entre dos o tres veces al mes, lo cual suma un gasto promedio de $900 a $1,350, sin considerar propinas o servicios extras, y en un año, dicha cifra supera los $12,000 pesos.
Aunque el gasto se justifique por la experiencia, vale la pena que hagas este ejercicio si tu objetivo es reducir la inversión que realizas mes con mes. Así, podrás saber qué tipo de opciones están a tu alcance y cuál es el kit para uñas de gel que más te conviene del mercado.

¿Cuánto ahorrarías si te haces las uñas con un set?
Uno completo y de buena calidad con una lámpara LED/UV, esmaltes en gel, herramientas y diversos productos de preparación ronda entre los $1,200 y $2,000 pesos. Es una inversión inicial que, al compararse con los costos mensuales del salón, se recupera en dos o tres aplicaciones.
Además de que la mayoría de los kits se diseñan con el objetivo de que las personas lo utilicen de manera intuitiva, algunas marcas también se han encargado de desarrollar fórmulas libres de componentes agresivos y de larga duración que permiten a las usuarias disfrutar de acabados con nivel profesional.
La idea es que logres espaciar tus visitas a tu estudio preferido o reservarlas para ocasiones especiales, pero sin que eso signifique dejar a la deriva el cuidado y aspecto de tus uñas.
Beneficios de una manicura en casa
Flexibilidad de horarios: Ya no deberás adaptar tu agenda a la disponibilidad de un salón; en lugar de eso, podrás ocuparte de tus uñas en el momento del día que tengas libre.
Control sobre los productos: Tú decidirás qué emplear, algo clave para personas con uñas sensibles o que han tenido reacciones adversas. Marcas como Crême, cuentan con varias opciones de kits que incluyen esmaltes sin parabenos, plomo, ni HEMA; cruelty free y veganos, que duran más de 3 semanas en la uña y rinden hasta 50 aplicaciones.

Proceso personalizado: Al realizar cada paso tú misma, serás capaz de adaptar la técnica, reforzar zonas frágiles, poner capas más delgadas o enfocarte en detalles.
Mejores hábitos de cuidado: Si te familiarizas con el proceso, entonces comprenderás la importancia de cuidar tus uñas naturales antes, durante y después de la aplicación para que se mantengan bonitas y resistentes.
Tiempo para ti: Arma un ritual de autocuidado en el que la protagonista seas tú. Deja a un lado todo lo que te agobia y concéntrate en consentirte.
¿Qué opinas de estas ventajas? ¿Te han convencido de probar un kit? Explora lo que hay en el mercado y selecciona uno que priorice la calidad, pero también que sea compatible con el presupuesto que piensas destinar: recuerda que no necesitas conocimientos avanzados, solo deseos de aprender a dominar el procedimiento y mucha creatividad.
Después de darle una oportunidad al set y alternar su uso con algunas visitas al salón, te sugerimos que hagas cuentas nuevamente para corroborar el ahorro que has logrado; a partir de eso, podrás determinar si debes realizar algún ajuste. ¡Inténtalo!