Javier Domínguez
El Sol de Chiapas
18 de junio de 2025 | Tuxtla Gutiérrez.-
La propuesta de reducir la jornada laboral en México podría tener consecuencias negativas para Chiapas si no va acompañada de incentivos y medidas de apoyo, advirtió Juan José Sierra Álvarez, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), durante su visita a la entidad.
Sierra Álvarez subrayó que, aunque Coparmex respalda mejoras en las condiciones laborales, la implementación de una jornada más corta debe analizarse con responsabilidad, especialmente en un contexto económico adverso como el actual, marcado por una desaceleración económica, nuevas tensiones comerciales —como el aumento de aranceles al 50% para acero y aluminio— y el riesgo creciente de informalización del empleo.
“El 76% de la población ocupada en Chiapas trabaja en la informalidad, según datos del INEGI. Sin apoyos fiscales ni medidas diferenciadas, esta reforma puede acelerar el cierre de micro y pequeñas empresas que ya operan al límite”, alertó.
El dirigente empresarial señaló que, sin mecanismos de compensación, la reducción horaria no solo comprometería la sostenibilidad de miles de negocios, sino que también desincentivaría la inversión en un entorno con baja productividad y escaso acceso al financiamiento. En consecuencia, tanto empleadores como trabajadores podrían verse empujados hacia esquemas informales.
En este sentido, insistió en que antes de modificar la jornada laboral deben consolidarse otras cuatro reformas laborales clave: salario mínimo, vacaciones, outsourcing y pensiones. “Necesitamos una ruta de productividad; si no, esta medida será un disparador de desempleo y desigualdad”, sostuvo.
Para evitar impactos negativos, propuso medidas como exenciones específicas para micro, pequeñas y medianas empresas —que constituyen el 95% de las unidades económicas en Chiapas—, así como una implementación gradual y diferenciada por sector y región.
“En Chiapas, donde la economía informal es una red de supervivencia, cualquier reforma laboral debe medirse dos veces. No podemos sacrificar empleos en el intento de mejorar condiciones”, concluyó.