Los meses sin intereses se han convertido en una de las formas más populares de pago entre los mexicanos. Desde electrodomésticos hasta viajes y gadgets, cada vez más personas aprovechan esta opción para adquirir productos sin descapitalizarse de inmediato. Pero… ¿realmente entendemos cómo funcionan? ¿Sabemos cuándo conviene usarlos y cuándo no?
En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber para sacarle el máximo provecho a esta modalidad, sin poner en riesgo tu salud financiera.
¿Qué son los meses sin intereses?
Los meses sin intereses, también conocidos como MSI, son una forma de financiamiento que ofrecen algunos establecimientos al pagar con tarjeta de crédito. En lugar de pagar el total del producto al momento de la compra, puedes dividir el monto en pagos mensuales fijos sin que se generen intereses adicionales.
Por ejemplo, si compras una televisión de $12,000 pesos a 12 meses sin intereses, pagarás $1,000 pesos cada mes, sin cargos extra, siempre y cuando cubras puntualmente cada mensualidad y tu tarjeta esté al corriente.
Este esquema es especialmente útil para compras grandes o imprevistos que necesitas cubrir sin afectar tu flujo de efectivo de golpe.
¿Cómo funcionan los MSI?
Cuando haces una compra con meses sin intereses, el banco o la institución emisora de tu tarjeta «congela» ese monto del crédito total disponible. A medida que vas pagando tus mensualidades, ese crédito se va liberando.
Es importante entender que aunque no se cobran intereses, el monto total de la compra sí se resta de tu línea de crédito desde el primer momento. Por eso, si tienes una línea limitada, debes planear bien tus compras para no quedarte sin disponibilidad para otros gastos.
También es fundamental no retrasarse en los pagos, ya que si no cubres el monto correspondiente en tu fecha límite, podrías perder la promoción y el banco comenzaría a cobrar intereses ordinarios o incluso moratorios.
¿Cuándo conviene usar meses sin intereses?
Los MSI pueden ser una herramienta financiera útil si se usan con criterio. Aquí te compartimos algunos casos donde sí vale la pena aprovecharlos:
- Para compras necesarias y planeadas, como electrodomésticos, equipo de cómputo o tratamientos médicos.
- En temporadas de descuentos, como El Buen Fin o Hot Sale, donde puedes obtener mejores precios y MSI al mismo tiempo.
- Cuando el producto no pierde valor rápidamente, es decir, cuando el beneficio se mantiene incluso después de que termines de pagarlo.
Por otro lado, es mejor evitarlos en compras impulsivas, productos de consumo inmediato o artículos que sabes que no necesitas realmente.
Tips para usar los MSI con inteligencia
- Lleva un control de tus compras a meses. No pierdas de vista cuántos pagos tienes activos ni cuándo terminan.
- No te satures. Aunque suene tentador, acumular demasiadas compras puede afectar tu capacidad de pago.
- Paga puntualmente. Un solo atraso puede anular los beneficios del programa y generarte intereses.
- Compara precios. A veces los comercios aumentan el precio al ofrecer MSI. Revisa si realmente conviene.
¿Qué pasa si quieres usar tu tarjeta para más compras?
Debes tener claro que cada compra a MSI afecta tu línea de crédito. Si compras algo a 18 meses, ese monto quedará bloqueado hasta que termines de pagarlo. Por eso, si vas a hacer varias compras a plazos, elige bien en qué invertir y asegúrate de tener un margen suficiente en tu tarjeta.
¿Dónde puedo encontrar MSI confiables?
Hoy en día, muchas tarjetas digitales ya ofrecen MSI en compras seleccionadas o durante campañas especiales. Por ejemplo, plataformas como Stori permiten acceder a promociones exclusivas de meses sin intereses en comercios afiliados, combinando control digital y flexibilidad de pago para sus usuarios.
Con tarjetas como Stori, además de MSI, puedes llevar el control desde una app intuitiva, ver tus pagos programados y mantener tus finanzas organizadas en un solo lugar.