Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. — Hay historias que nacen de un sueño y se convierten en tradición. Así le ocurrió a Carlos Molano Robles, un empresario chiapaneco que, hace poco más de seis años, decidió apostarle a una idea que pocos imaginarían en esta región: crear su propia marca de vino.
El resultado se llama Corcho Rojo, una etiqueta que ha logrado posicionarse en las cartas de algunos de los restaurantes más reconocidos de Tuxtla y San Cristóbal, gracias a su cuidada calidad, sabor equilibrado y, sobre todo, precios accesibles.

“Siempre tuve la inquietud de ofrecer un vino que pudiera disfrutarse sin necesidad de pagar una fortuna. Que fuera bueno, que cumpliera con todo lo que se espera de un vino bien hecho y que además tuviera alma chiapaneca”, cuenta Carlos Molano en entrevista.
La idea tomó forma entre reuniones familiares y tertulias con amigos, donde la pregunta se repetía: ¿y por qué no hacer un vino a nuestro estilo? Así nació Corcho Rojo, una marca que ha crecido de forma constante y hoy ya se puede disfrutar en mesas distinguidas como las de Otilia, Asador Castellano, Balam, El Molino, La Casona y El Argentino en San Cristóbal de Las Casas.

“Cada vino que hemos sacado tiene su historia, su personalidad. Cuidamos los detalles desde la selección de uvas hasta el embotellado. Pero algo que no negociamos nunca es que el precio sea justo para que cualquiera pueda darse ese gusto”, afirma.
Para Carlos, lo más valioso de este proyecto ha sido la respuesta de los chiapanecos, quienes poco a poco han hecho suyo a Corcho Rojo. “Hay clientes que ya saben qué vino pedir para cada ocasión. Eso me emociona mucho porque habla de que no solo compran una botella, sino que viven una experiencia”.

Actualmente, además de encontrarse en restaurantes selectos, Corcho Rojo se puede pedir directamente al número de WhatsApp 961 655 4677, facilitando que cualquier persona en Tuxtla, San Cristóbal y todo Chiapas pueda disfrutar de su vino favorito en casa.
“Lo más bonito es ver cómo un sueño que parecía imposible, hoy tiene su lugar en las mesas y celebraciones de tantas personas. Corcho Rojo ya no es solo mío, es de todos los que creen que Chiapas puede ofrecer cosas de gran calidad y con mucho corazón”, concluye.