Javier Domínguez
16 de mayo de 2025 | Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Las invasiones de terrenos dentro del Parque Nacional Cañón del Sumidero han provocado un ecocidio progresivo que comenzó en la década de los años 80 y se ha intensificado en las últimas décadas, alertaron autoridades ambientales.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), estas ocupaciones ilegales han sido protagonizadas por personas originarias de los municipios de Tuxtla Gutiérrez, Chiapa de Corzo, San Fernando, Soyaló y Usumacinta.
El impacto es alarmante: cerca de 2 mil 900 hectáreas del área protegida han sido afectadas. En ese territorio se han establecido al menos 91 asentamientos irregulares, de los cuales 33 se encuentran dentro del municipio de Chiapa de Corzo y el resto en la zona oriente de Tuxtla Gutiérrez.
En conjunto, estos asentamientos abarcan más de 2 mil 500 hectáreas, divididas en más de 6 mil lotes habitacionales.
Adicionalmente, se calcula que unas 400 hectáreas han sido invadidas en los límites que colindan con los municipios de San Fernando, Soyaló y Usumacinta.
Especialistas advierten que la presión urbana sobre el Parque Nacional no sólo amenaza la biodiversidad de la zona, sino también los servicios ambientales que brinda a la región Metropolitana de Tuxtla, como la regulación del clima, la filtración de agua y la estabilidad del suelo.