Ciudad de México, 09 de mayo.- El tráfico ilegal de combustible, conocido como huachicol fiscal, se ha intensificado en la frontera sur de México, con rutas hacia Guatemala y Belice, operadas por el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según reportes del gabinete de seguridad federal.
Las autoridades mexicanas investigan la participación de empleados de Pemex, funcionarios aduanales, navieros y empresas fachada que, con documentación falsificada, transportan gasolina y diésel robado desde instalaciones portuarias y zonas clandestinas del sureste.
Los cargamentos se movilizan en pipas y camiones de carga, así como por balsas improvisadas en el río Suchiate hacia Tecún Umán, y a través de pasos ciegos en Huehuetenango, San Marcos y Quiché, en Guatemala. El CJNG también controla retenes carreteros en la zona de La Mesilla-Comitán, cobrando “derecho de paso”.
En Belice, el contrabando usa zonas agrícolas y la ribera del río Hondo, donde la densa vegetación y la escasa presencia de seguridad favorecen estas operaciones. Además, se trafican cigarrillos y mercancías ilegales por río Dulce hacia El Salvador y Honduras.
En febrero, la Fiscalía General de la República (FGR) decomisó 884 litros de combustible en 12 puntos clandestinos de Chiapas, y el ejército guatemalteco reforzó vigilancia en su frontera sur para contener tráfico de drogas, armas y migrantes.