La carretera prometida: otra vez, ahora sí
En Chiapas, las promesas caminan despacio y las carreteras también. Esta semana, el anuncio de que la construcción de la carretera San Cristóbal-Palenque podría iniciar a finales de mayo vuelve a encender una luz de esperanza —o cuando menos, de expectativa— entre los habitantes de la región y el sector turístico que depende de la conectividad entre estos dos polos de atracción.
El proyecto ha sido tema de conversación, de reclamo y de promesa sexenal desde hace décadas. Los gobiernos van y vienen, y la carretera sigue siendo eso: un proyecto. Sin embargo, en esta ocasión, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) asegura que el proceso de liberación de derecho de vía está por concluir y que se trabaja en los últimos detalles administrativos y sociales para arrancar con las primeras etapas.
No es un secreto que esta obra es fundamental para Chiapas. No solo mejoraría la comunicación entre dos de los destinos turísticos más importantes del estado, sino que también detonaría la actividad económica en municipios intermedios que históricamente han quedado al margen del desarrollo. Además, en términos de seguridad vial, una vía moderna y bien trazada podría reducir los riesgos que hoy enfrentan miles de automovilistas al transitar por la actual ruta sinuosa y en malas condiciones.
Pero como bien sabemos, en Chiapas las buenas intenciones no siempre se traducen en obras concluidas. Por eso, más allá de aplaudir anuncios, este medio mantendrá un seguimiento puntual a los avances, porque la ciudadanía está cansada de las obras fantasmas y los proyectos eternos. Que no nos vendan otra maqueta. Queremos maquinaria, queremos empleo local, y queremos resultados.
Si este proyecto arranca como se promete y avanza como se espera, podría convertirse en un parteaguas para el desarrollo turístico y comercial de la región. Pero si vuelve a posponerse, solo confirmará una constante histórica: en Chiapas, las carreteras también se quedan en el discurso.
Ojalá esta vez no.