Semana Santa: entre la hospitalidad, la seguridad y el descanso merecido
Chiapas ha abierto sus brazos a los visitantes en esta temporada vacacional con una combinación que resulta clave: promoción turística y vigilancia activa. La estrategia no solo busca atraer a quienes deciden conocer nuestras bellezas naturales y riqueza cultural, sino también ofrecerles una experiencia segura, ordenada y hospitalaria.
A través del operativo de promoción turística “Chiapas, naturalmente bello”, el gobierno estatal ha instalado módulos de información en los principales centros turísticos, aeropuertos, terminales y zonas de afluencia, brindando atención directa a quienes llegan con la intención de descubrir el encanto de nuestro estado. Es un esfuerzo que combina la atención turística con el orgullo de mostrarnos al mundo como un destino digno, organizado y vibrante.
Pero el turismo no puede caminar solo sin la seguridad como compañera. Por eso, en paralelo, la vigilancia permanente durante estos días ha sido reforzada por instituciones de seguridad, protección civil y salud. Se han desplegado operativos para salvaguardar tanto a locales como a turistas, con especial atención en carreteras, playas, centros recreativos y zonas de alta concentración.
Todo esto representa un paso en la dirección correcta: sí, necesitamos turistas; sí, necesitamos ingresos; pero también necesitamos que quienes vienen se lleven una buena impresión, una experiencia segura y ganas de volver. Y eso solo se logra con planeación, coordinación y, sobre todo, con el compromiso de todos los actores involucrados.
Desde esta redacción, invitamos a la ciudadanía a sumarse a este espíritu de hospitalidad, cuidando nuestras calles, respetando las normas y promoviendo el turismo responsable.
Y si eres de los que aprovechan estos días para salir, hazlo con precaución, con respeto y sin excesos. Que esta Semana Santa sea tiempo de reflexión, descanso o aventura, pero siempre con conciencia.
Nos leemos de vuelta la próxima semana.
Disfruten, cuídense, y que Chiapas —como siempre— los reciba con los brazos abiertos.