Ciudad de México, 07 MAR.-El Estado mexicano es un narcorégimen, afirma un artículo publicado por el medio británico The Spectator World, en el que detalla una serie de hechos con los que según el autor se evidencia la relación entre el gobierno y los cárteles.
El texto firmado por Joshua Treviño parte de las declaraciones de la Casa Blanca sobre que el gobierno de México mantiene una “alianza intolerable” con los cárteles del narcotráfico. La afirmación se incluyó en un comunicado sobre los aranceles anunciados por Estados Unidos a productos mexicanos.
La declaración, respaldada por sectores de la política estadounidense, sostiene que el Estado mexicano ha protegido y colaborado con los cárteles, en particular con el Cártel de Sinaloa, facilitando sus operaciones y bloqueando acciones en su contra.
Entre los ejemplos citados por Treviño en “Sí, existe una alianza entre el Estado y los cárteles en México” se menciona la actuación del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), a quien se le atribuyen decisiones que favorecieron al crimen organizado.
AMLO y su relación con el Cártel de Sinaloa
Se destacan visitas a Badiraguato, Sinaloa, la liberación de Ovidio Guzmán, la intervención en la liberación del general Salvador Cienfuegos y restricciones a la cooperación con fuerzas de seguridad estadounidenses. Además, se menciona la supuesta financiación del Cártel de Sinaloa a su carrera política, algo que el exmandatario ha negado en reiteradas ocasiones.
El artículo también menciona a figuras públicas ligadas al actual partido en el poder, Morena, como Adán Augusto López y Cuitláhuac García, a quienes se les atribuyen vínculos con otros grupos criminales. Asimismo, se denuncia la existencia de estructuras de influencia de Morena en Estados Unidos, que buscarían incidir en la opinión pública y elecciones locales.
Con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia en octubre de 2024, el artículo publicado el 3 de febrero pasado y retomado en redes hoy sugiere que el aparato de poder sigue intacto y que la reacción del gobierno mexicano ante estas acusaciones refleja temor ante la posibilidad de que Washington tome medidas más drásticas.
Aunque el gobierno de México no aceptó las declaraciones de Estados Unidos, sí realizó varias acciones relacionadas con el combate al narcotráfico. Casi de inmediato, el gobierno tomó medidas para asegurar su frontera norte, frenando severamente la migración a Estados Unidos. Luego persiguió a los líderes de los cárteles en un peligroso bastión del fentanilo. Y luego, en una acción única, entregó a Estados Unidos a 29 de los capos de la droga más poderosos del país.