Por Javier Domínguez
22 de enero de 2025, Tuxtla Gutiérrez.
Este miércoles, la señora Luisa Rincón Padilla denunció públicamente una serie de omisiones graves por parte de las autoridades en su caso de violencia doméstica, lo que ha dejado secuelas físicas, psicológicas y económicas en su vida.
La denunciante señaló que, durante más de diez años, ha sufrido diversos tipos de violencia ejercidos por su expareja, Augusto Cantoral Gordillo, un líder cañero del municipio de Villa Las Rosas. A pesar de haber presentado demandas por violencia familiar, pensión alimenticia y despojo de su vivienda, Rincón Padilla afirmó que el poder económico y la influencia de su agresor han obstaculizado su acceso a la justicia.
Un calvario legal y personal
Según explicó, el conflicto comenzó con el juicio 993/2015, en el que buscaba garantizar una pensión alimenticia tras haber escapado de su hogar debido a las agresiones físicas. Apoyada por un grupo de mujeres feministas, inició el proceso legal, pero las dificultades se acumularon rápidamente.
“Al salir de mi casa por los golpes, tuve que refugiarme en la casa de una amiga. Sin familia en Chiapas, siendo originaria de Veracruz, todo este proceso ha sido un calvario”, relató.
Además de perder temporalmente la convivencia con sus hijos, de 9 y 18 años, denunció el incumplimiento de un acuerdo legal que incluía la entrega de cinco hectáreas de caña y la devolución de su vivienda, inscrita a su nombre en el Registro Público de la Propiedad.
“Me quitaron todo: mi casa, mis hijos, y hasta la pensión inicial de 2,500 pesos que conseguí fue anulada durante el juicio de divorcio”, afirmó.
Lucha por justicia
Rincón Padilla detalló que, gracias a un amparo federal, logró obtener una resolución para recibir una pensión de 9,500 pesos mensuales, pero acusó que las autoridades estatales nunca hicieron valer dicha sentencia. Actualmente, su expareja le debe más de un millón de pesos en pensión alimenticia y sigue reteniendo su vivienda, según afirmó.
“Las autoridades han favorecido a mi agresor por su capacidad económica y su influencia. Me ha robado todo y sigue saliéndose con la suya”, expresó entre lágrimas.
Exhorto a las nuevas autoridades
Finalmente, Rincón Padilla hizo un llamado urgente a las autoridades actuales para que revisen su caso y pongan fin a las injusticias que ha sufrido: “Espero que las nuevas autoridades tomen cartas en el asunto y no permitan que más mujeres pasen por lo mismo. Basta de impunidad”.
El caso de Luisa Rincón Padilla refleja la necesidad de garantizar una protección efectiva para las mujeres víctimas de violencia y de combatir la corrupción que permite la revictimización en los procesos legales.
